Nadia Calviño pertenece al bando del optimismo. Al conocer el dato (provisional, todavía quedan semanas para conocer el definitivo), afirmó este martes que la inflación "ha empezado a moderarse" y ha vaticinado que seguirá "en esa senda de descensos" en los próximos meses.

Sin embargo, los economistas consideran que es pronto hacer este pronóstico. Hay demasiada incertidumbre por todos los riesgos a la baja que genera la guerra en Ucrania. De hecho, si tienen que decantarse por un vaticinio, es por el contrario: creen los precios podrían romper el 'récord' de inflación de 2022, que está en el 10,8% de julio.  

Esta es la visión de José Carlos Díez. El economista considera que "nadie tiene ni idea de lo que va a pasar en los próximos meses". Con todo, "es muy probable que en el corto plazo veamos un empeoramiento" de la inflación.

La clave está en "un shock de energía sin precedentes. No somos conscientes de lo que ha pasado en el último mes. Los mercados energéticos han colapsado. Estamos ante una crisis muy grave", sostiene.

Recuerda que, en un solo mes, los precios del gas y la electricidad se han multiplicado. Y duda que bajen en el mes entrante. "Lo más probable es que la inflación en septiembre vuelva a subir", insiste. 

Ángel de la Fuente, director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), es menos pesimista. Pero alerta de que el futuro está lleno de interrogantes. 

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"La marcha de los precios depende mucho de la marcha de la guerra, de lo que pase con las cosechas, con el grano que tiene que salir de Ucrania… Muchas cosas que podrían ir mal y que podrían prolongar la inflación. Ojalá Calviño acierte. Pero no lo tengo tan claro. No se puede afirmar que lo peor ya haya pasado", precisa. 

Ambos muestran especial preocupación ante la evolución de la inflación subyacente, que no está influida por la volatilidad de los precios de la energía y los alimentos frescos. A pesar de ello está en datos históricos. 

Este agosto ha escalado provisionalmente hasta el 6,4% y encadena ya un año de subidas constantes. De hecho, en agosto de 2021 este índice sólo se incrementaba un 0,7%. Se trata del nivel de inflación subyacente más elevado desde 1993. 

"Seguramente ya hay efectos de segunda ronda en la inflación subyacente", considera Ángel de la Fuente. "Es el doble que la de nuestros socios europeos. Lleva muchos meses seguidos subiendo, y sin influencia del gas", indica preocupado José Carlos Díez. 

De hecho, Díez afirma que tanto la subida de los márgenes empresariales como de los salarios ya están teniendo impacto en la inflación subyacente. El economista afirma que el salario medio está subiendo, como prueba el incremento de la recaudación pública por el IRPF. "Solo con el alza del empleo no se cubre una subida de la recaudación del 15% como la que está teniendo el IRPF".

Los constantes incrementos de la inflación se están produciendo pese a las medidas del Gobierno, que ya ha ejecutado importantes rebajas en los impuestos relacionados con la energía y bonificado la gasolina y el diésel para contener el IPC. 

Sin embargo, las medidas no están surtiendo efecto. Este jueves se activa la segunda andanada: la gratuidad de los trenes de Cercanías de Renfe e importantes rebajas en numerosos trayectos. También la bonificación del 30% al 50% de prácticamente todo el transporte urbano de nuestro país.

Pero Díez cree que ni siquiera así se contendrá la inflación. "La única solución, el único medicamento para una enfermedad como la inflación, es enfriar la economía".