La Unión Europea debe crear un fondo anticrisis permanente, inspirado en el ejemplo de las ayudas Next Generation que se aprobaron durante la pandemia, con el fin de hacer frente a la actual emergencia energética y salir al rescate de los Estados miembros que puedan necesitarlo en el futuro. Así lo reclama el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus recomendaciones a Bruselas sobre la reforma del Pacto de Estabilidad publicadas este lunes.
La institución dirigida por Kristalina Georgieva apuesta por mantener intactos los límites que fija el Pacto de Estabilidad: 3% de déficit y 60% de deuda pública. Para países altamente endeudados, como España, el FMI propone un ajuste más estricto con el fin de alcanzar el equilibrio presupuestario en un plazo máximo de entre tres y cinco años. Los Estados miembros con una deuda inferior al 60% tendrían una mayor flexibilidad para gastar.
El Pacto de Estabilidad está suspendido desde el estallido de la Covid-19 en marzo de 2020, pero volverá a reactivarse en 2024. Los ministros de Economía de los Veintisiete llevan meses debatiendo su reforma, pero las enormes diferencias entre el Norte y el Sur, entre países deudores y acreedores, han impedido cualquier acuerdo. La Comisión Europea tiene previsto presentar sus propuestas este otoño.
El FMI sostiene que el Pacto de Estabilidad necesita "reformas ambiciosas" y urgentes. En su formulación actual, las reglas fiscales "no han impedido una acumulación indeseable de deuda pública y de riesgos a la sostenibilidad fiscal en algunos miembros". "Como vimos en la crisis de deuda europea, estos riesgos han amenazado la estabilidad de la unión monetaria en el pasado y continúan creando vulnerabilidades hoy", avisa.
Como parte de esta reforma, el FMI reclama crear este nuevo fondo anticrisis, que se financiaría con la emisión de deuda conjunta europea, al igual que se ha hecho con los 800.000 millones de euros de Next Generation. No obstante, la institución basada en Washington no dice qué dotación debería tener este nuevo instrumento.
"El fondo se establecería para lograr dos objetivos clave: mejorar la estabilización macroeconómica, especialmente cuando la política monetaria está operando en el límite inferior efectivo, y permitir la provisión de bienes públicos comunes a nivel de la UE, como la lucha contra el cambio climático y la infraestructura de seguridad energética. Esto se ha vuelto más urgente debido a la transición verde y las preocupaciones de seguridad comunes", señala el FMI.
La creación de un fondo anticrisis permanente ha sido defendida en el pasado por el presidente francés, Emmanuel Macron, con el apoyo de Pedro Sánchez y del italiano Draghi. Pero tanto Alemania como el 'club de los frugales' (Holanda, Austria, Suecia, Dinamarca y Finlandia) sostienen que Next Generation es una iniciativa extraordinaria que no debe repetirse.
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En su discurso sobre el futuro de Europa pronunciado la semana pasada en Praga, el canciller alemán, Olaf Scholz, abrió la puerta a un nuevo fondo común, pero siempre que esté basado únicamente en préstamos blandos a devolver y no en subvenciones. Es decir, siguiendo el ejemplo del instrumento Sure, que se utilizó para financiar los ERTE, y no de Next Generation.
Para completar la reforma de las reglas fiscales de la UE, el FMI pide también reforzar las instituciones presupuestarias nacionales. En concreto, todos los Estados miembros deben aprobar estrategias fiscales a medio plazo y fijar techos de gasto multianuales compatibles con el ajuste que les corresponda. Además, debe aumentarse el poder de vigilancia de órganos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal.