La crisis generada por la inflación, el coste de la energía y los efectos de la guerra de Ucrania tiene consecuencias sobre el tejido empresarial español. Según la encuesta realizada por el Consejo General de Gestores Administrativos, cuatro de cada diez pequeñas y medianas empresas (pymes) cerraron con pérdidas el primer trimestre de 2022.
De hecho, según el barómetro que elabora este órgano, más de 700.000 pymes "tienen serios problemas de liquidez" y hay unas 90.000 empresas en quiebra técnica.
“Antes del verano ya informábamos que más de 100.000 pequeños negocios estaban en esta situación. Según recientes informaciones, en agosto habrían desaparecido 20.000. Pero, además, 250.000 pequeños y medianos negocios están en serio peligro de desaparecer si no se toman medidas que les ayuden a superar su situación de iliquidez y de falta de rentabilidad actual”, indica en un comunicado Jesús Santiago Ollero, presidente de los gestores administrativos.
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De hecho, un 10% de los pequeños negocios ha decidido, según el informe, pasarse a la economía sumergida por la falta de ayudas directas. Entre las complicaciones a las que se refiere Ollero están los créditos ICO Covid, con los que cuentan un 25% de las pymes en nuestro país.
Sin embargo, el 85% de estas empresas han topado con trabas por parte de los bancos para ampliar los plazos de amortización recogidos en el Código de Buenas Prácticas.
Reforma laboral
El informe de los gestores analiza el efecto de la reforma laboral en las pymes con las que trabajan.
El 57% de los contratos temporales preexistentes a la reforma laboral han sido convertidos en contratos fijos. El 14% se han transformado en fijos discontinuos, el 8% en fijos a tiempo parcial, un 10% han desaparecido sin renovar ni sustituir al trabajador y un 11% se han mantenido como contratos temporales, dentro de las excepciones que contempla la norma aprobada.
En opinión de Santiago Ollero, “no queda claro que los objetivos previstos se hayan alcanzado, pues el uso de figuras como los contratos fijos a tiempo parcial y los fijos discontinuos pueden seguir enmascarando una cierta situación de precariedad, provocada por las exigentes condiciones actuales, y probablemente responde a las necesidades reales del negocio y a su estado actual”.