La vicepresidenta del gobierno para Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha minimizado este martes las diferencias entre las previsiones de crecimiento del Gobierno y las del Banco de España o del Fondo Monetario Internacional. Ha dicho que "el mensaje importante es que la economía española seguirá creciendo en 2023 (...) muy por encima de los países del entorno". En este sentido, ha afirmado que “el futuro no está escrito, depende de nuestros actos”.
En una rueda de prensa en Nueva York antes de desplazarse a Washington para la Asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y según recoge EFE, Calviño ha sido preguntada una y otra vez sobre si la previsión del Gobierno de crecer un 2,1 % en 2023 es realista, teniendo en cuenta que el FMI la rebajó hoy al 1,2 % y el Banco de España la sitúa en 1,4 %.
Calviño ha subrayado las "grandes incertidumbres" que se traducen en la ralentización económica casi universal y el "complejo escenario" a nivel internacional que pueden explicar como "normales" las diferencias de previsiones.
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Así mismo, ha puesto el acento en que esa incertidumbre ha llevado a revisar al alza el crecimiento para 2022 por encima incluso del 4 %, "lo que envía un mensaje de confianza en la economía española".
Sin embargo, no ha querido aclarar en ningún momento si habrá que revisar esa cifra de 2023 a la baja. Ha insistido en que lo importante es que "seguimos creciendo según todas las previsiones", aunque el contexto es complejo y dependerá de cómo evolucione la guerra en Ucrania, los mercados energéticos y la economía alemana, motor de Europa.
Sobre el aumento del salario mínimo interprofesional, Calviño ha indicado que el Gobierno cree que "procede un aumento moderado", pero también "de las rentas empresariales", pero no quiso ligar ese aumento a la inflación, pues será una decisión que dependerá de varios elementos, como la evolución del empleo y el propio crecimiento del PIB.
Se ha mostrado confiada en que patronal y sindicatos lleguen a un acuerdo salarial antes de fin de año, de la misma manera que se ha logrado un acuerdo con los trabajadores públicos, todo ello con el fin de "tener un contexto previsible que dé confianza" a agentes sociales y también a inversores.