Pese a las medidas fiscales anunciadas para 2023 y 2024, el Gobierno descarta una reforma fiscal estructural en el corto plazo. Tampoco se la plantea en el caso de los tributos medioambientales, campo en el que España tiene pendiente, entre otras cosas, elevar la fiscalidad del diésel y otros combustibles, tal y como exige la Comisión Europea.
Jesús Gascón, secretario de Estado de Hacienda, lo tiene claro. "No es el momento de una reforma estructural, con toda la incertidumbre que tenemos. No se pueden tomar medidas estructurales en un momento como este", ha indicado.
Esta opinión la mantiene, particularmente, a la hora de hablar de la fiscalidad medioambiental. "No es el momento de entrar en tributación de los productos energéticos".
Cabe recordar que en este campo, Bruselas ha reclamado a España que eleve la tributación de los combustibles en general, pero la del diésel en particular, que es inferior a la de la gasolina.
Sin embargo, no es el momento adecuado para hacerlo. La crisis desatada por la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia han disparado los precios de los combustibles. Aunque han vuelto a moderarse, los precios en las gasolineras siguen siendo elevados, razón por la que el Gobierno mantiene la bonificación de 20 céntimos por litro de gasolina o de gasóleo.
Cabe recordar que la reforma fiscal forma parte de los compromisos de España en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Sin embargo, Gascón cree que la situación generada por la crisis hará que la Comisión "entienda que estamos en un momento de reflexión" y que las medidas tomadas hasta ahora son un "puente" ante esta situación.
Gascón, exdirector de la Agencia Tributaria, ha abordado estas cuestiones durante su intervención en la jornada de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) celebrada este jueves. En ella también ha indicado que los planes de reforma fiscal se tendrán que retomar en el futuro.
Incentivos
En este sentido, ha indicado que una de las cuestiones que se tendrán que abordar es la reducción de los beneficios fiscales. Eso sí, hay que hacerlo con cabeza: "La reducción de incentivos fiscales siempre va a tener perdedores. Necesitas un sistema de compensación para los más vulnerables", ha afirmado.
Por otro lado, ha recordado que las cifras previstas del incremento de ingresos tributarios son "conservadoras" tanto para 2022 (9,3%) como para 2023 (7,7%). Ha afirmado que hay suficiente margen fiscal para cubrir medidas adicionales para la población o las empresas si es necesario.
En este sentido, ha opinado que gran parte del incremento de la recaudación será estructural, puesto que las bases tributarias han crecido gracias al afloramiento de economía sumergida. Con todo, todavía no se cuenta con datos que confirmen esta hipótesis.