La Unión Europea y el Chile de Gabriel Boric han concluido este viernes las negociaciones para modernizar su pacto de libre comercio y cooperación política, que acaba de cumplir 20 años. El denominado Acuerdo Marco Avanzado garantiza a los europeos mayor acceso a materias primas y combustibles limpios críticos para la transición a la economía verde, como el litio, el cobre y el hidrógeno.
Bruselas espera que el acuerdo ayude a la UE a diversificar sus fuentes de aprovisionamiento y reducir así su dependencia respecto a China, especialmente en litio y cobre. El Ejecutivo comunitario pretende que el pacto con Chile, la quinta economía más grande de América Latina, se convierta además en modelo para otros acuerdos con socios fiables en los que el acceso no discriminatorio a materias primas sea un elemento clave.
"La guerra de Rusia en Ucrania ha puesto de relieve la necesidad de forjar alianzas más estrechas con aliados fiables. Las repercusiones de la guerra subrayan la necesidad de acelerar la transición energética, reforzar las cadenas de suministro estratégicas y diversificar las fuentes de aprovisionamiento. Nuestro acuerdo modernizado puede ayudarnos en todos estos aspectos", ha dicho el vicepresidente económico de la Comisión y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis.
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En todo caso, el nuevo acuerdo comercial entre la UE y Chile se enfrenta todavía a un largo y complejo procedimiento de ratificación. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha desvelado que la firma no se espera hasta otoño de 2023, lo que significa que las nuevas disposiciones entrarán en vigor como muy pronto en 2024.
Con el nuevo pacto, el 99,9% de las exportaciones de la UE a Chile estarán libres de aranceles, lo que Bruselas espera que aumente las ventas comunitarias hasta en 4.500 millones de euros. Además, se facilita que las compañías europeas presten sus servicios en Chile, incluidos los de reparto, telecomunicaciones, transporte marítimo y finanzas.
El acuerdo renovado mejora el acceso de las empresas de la UE a los contratos públicos chilenos de bienes, servicios y concesiones de obras, y viceversa. También incluye un capítulo dedicado a las pymes con el fin de garantizar que las empresas más pequeñas se beneficien plenamente de estas ventajas gracias a una reducción de la burocracia.
En materia de cooperación política, el pacto prevé nuevos artículos completos sobre los principios democráticos, los derechos humanos y el Estado de derecho. También hay un capítulo sobre Comercio y Desarrollo Sostenible que confirma el compromiso de las partes con las normas de la Organización Internacional del Trabajo y con el Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático.
Por primera vez, la UE incluye en un acuerdo de este tipo un capítulo dedicado a Comercio y Género, con compromisos para eliminar la discriminación contra las mujeres. También es novedad un capítulo sobre Sistemas Alimentarios Sostenibles, con el objetivo de hacer que las cadenas de suministro de alimentos sean más sostenibles y resilientes.
La UE y Chile celebraron un Acuerdo de Asociación en 2002, que incluye un amplio pacto comercial que entró en vigor en febrero de 2003. El comercio de mercancías entre los dos bloques creció un 163 % entre 2002 y 2021. Las exportaciones de productos de la UE a Chile aumentaron un 284% en el mismo período.