El Índice de Precios de Consumo (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que mide la inflación ha registrado una importante moderación en los últimos meses. Ha pasado de una tasa anual del 10,8% en julio a otra en diciembre del 5,8%. Todo ello gracias especialmente a la moderación del coste de la electricidad. Con todo, ciertas dudas sobrevuelan este indicador dado que no recoge el precio de la luz que marcan las tarifas del mercado libre, a las que se acogen alrededor del 60% de los hogares.
El año pasado, el INE se puso como objetivo solventar esta cuestión, revisar la metodología del IPC e incluir el precio de la luz del mercado libre en el cálculo de la inflación. Sin embargo, el ente adscrito al Ministerio de Asuntos Económicos y Agenda Digital sigue sin incorporar esta información en su análisis pese a que hace meses que las compañías entregan los datos.
Fuentes del INE admiten que las compañías eléctricas "envían la información necesaria sobre el mercado libre desde hace meses". Reconocen que, en un principio, supuso incorporar "una información sobre precios y contratos de la que las principales compañías distribuidoras no disponían, por lo que tuvieron que adaptar sus sistemas. Esto les llevó algún tiempo".
¿A qué se debe entonces que esta información no se haya incorporado aún al cálculo del IPC del INE? "El desarrollo metodológico también requiere tiempo", indican desde el departamento. "Cuando esté finalizado y preparado para su implantación se informará convenientemente".
¿Incorporar el precio de la luz en el mercado libre supondrá variaciones en los cálculos de la inflación? Depende, según indican expertos consultados por EL ESPAÑOL-Invertia.
"Ahora mismo no creo que incorporar al cálculo de la inflación los contratos de los hogares que están en el mercado libre perjudique o dispare el dato, en comparación con lo que se ha hecho hasta ahora, que es contar solo con el PVPC (Precio Voluntario para el pequeño consumidor", explica a este diario Javier Colón, socio fundador de Neuro Energía, consultora especializada en mercados energéticos.
"Aún así, deberíamos haberlo hecho en 2022. Llegamos tarde para incorporar esas facturas, además no sé qué periodos compararían". Pero, en su opinión, "en 2023 el precio del PVPC debería bajar o mantenerse", una previsión muy difícil de hacer para el mercado libre. "Nadie sabe cómo van a ser los contratos ya que cada comercializadora ofrece diferentes precios y condiciones", expone.
"Hay demasiados factores geopolíticos, económicos y regulatorios como para hacer una predicción de lo que va a ocurrir con los precios eléctricos en 2023. Por tanto, no me atrevo a calcular cuál será el efecto de incorporar al IPC los contratos del mercado libre. Ni siquiera sabemos cómo va a ser el nuevo PVPC, la tarifa regulada", apunta Francisco Valverde, experto en el sector eléctrico y consultor en desarrollo del área de renovables de eficiencia energética del grupo Menta Energía.
Con todo, hay indicios de cuál podría ser el efecto de incluir estos contratos. Un informe elaborado por CaixaBank Research sobre la evolución de los recibos de la luz de los hogares españoles en 2022 apunta que el precio que pagan los hogares con tarifa de mercado libre ha aumentado paulatinamente a lo largo de todo el año.
"El análisis de los recibos en 2022 nos muestra que los recibos de los hogares con tarifa regulada han continuado con alta volatilidad e importes elevados, mientras que los recibos con tarifa fija (que representan casi dos tercios del total) han ido aumentando paulatinamente de importe a medida que se han renovado contratos", indican los analistas de la entidad.
"Más concretamente, el recibo mediano del mercado regulado es de 68 euros en 2022 (en el promedio de enero a octubre), 20 euros por encima del año anterior, pero con elevadas fluctuaciones, con variaciones desde el 14% en el mes de octubre al 75% interanual en el mes de marzo (42% en promedio), como consecuencia del comportamiento del mercado mayorista", indican.
[El año en el que el dinero dejó de ser gratis y la luz se puso por las nubes]
En cambio, "los recibos de los hogares con contratos a precio fijo han ido viendo cómo los crecimientos interanuales iban al alza a medida que avanzaba el año. En enero de 2022 el importe del recibo mediano fue de 60 euros, un 27% interanual menos que un año atrás. En primavera, los recibos ya estaban más o menos al mismo nivel que un año antes (crecimientos interanuales del 0%). En octubre de 2022, en cambio, el recibo mediano alcanzó casi los 80 euros, lo que suponía un crecimiento interanual del 21%".
¿Qué previsiones hay para 2023? "Prevemos que la factura de la electricidad continuará siendo elevada, aunque existe mucha incertidumbre ligada al mercado del gas y a la evolución de la regulación", indican desde CaixaBank Research.
Concretamente, "el importe de la factura de los hogares en el mercado regulado será superior al del año anterior si tenemos en cuenta que los precios de futuros para 2023 son algo superiores que en 2022 (8,2% en promedio), aunque el tope del gas puede compensar parcialmente estos aumentos en la primera mitad de 2023".
En todo caso, "la volatilidad de la factura del mercado regulado se reducirá tras la reforma prevista de la tarifa PVPC. Los hogares en el mercado libre que vean revisados sus contratos verán incrementada su tarifa continuando la tendencia observada en 2022, aunque los incrementos podrían empezar a moderarse a partir del segundo trimestre de 2023. El respiro en la factura de la electricidad llegará, pero no prevemos que esto suceda antes de finales de 2023".
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