De hecho, el Banco de España avisa de que las subidas de precios ya han obligado a los hogares con las rentas más bajas a liquidar el ahorro acumulado durante la pandemia. Los analistas del órgano consideran que estas familias de reducidos ingresos acumularon escasos ahorros durante la irrupción de la Covid, y en los últimos trimestres ya lo habrían gastado. 

Cabe recordar, además, que estos hogares están especialmente afectados por el incremento de los precios de los alimentos. Este tipo de inflación tiene especial impacto en las rentas bajas, puesto que tiene más peso en su cesta de consumo. 

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Con todo, el Banco de España admite que sigue habiendo ahorro embalsado por la pandemia en hogares con mayores ingresos. Un ahorro que calculan en el entorno del 8% del PIB. ¿Puede impulsar este ahorro el consumo, una de las patas más importantes del PIB, como viene defendiendo el Gobierno desde hace tiempo?

El ente tienes sus dudas. La mayor parte de estos ahorros está en efectivo y en depósitos. Y la intención de los hogares que los tienen no es precisamente gastarlo en consumo. Hay temor, y mucho, por el porvenir. 

Las subidas de los tipos de interés están llevando a que los hogares ajusten sus perpectivas de consumo si tienen un préstamo hipotecario variable. Este es el tipo de hipoteca más habitual, así que millones de familias están en esta situación. 

Al temor a subidas de hipotecas repentinas hay que sumar la disponibilidad de liquidez. Los hogares también temen las restricciones de préstamos y créditos que pueda llevar a cabo la banca en la actual situación financiera, según las encuestas del Banco de España. 

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Esto se nota en la previsiones del Banco de España. Rebaja el pronóstico de crecimiento del consumo privado del 1,9% al 1,2% para 2023. 

Con todo, y pese al entorno de relativa debilidad de la economía, se espera que se exhiba más dinámica a partir de la presente primavera. A ello colaborará la disminución de las presiones inflacionistas (favorecida por los precios de la energía), el despligue de los fondos europeos y la mejora de la demanda externa. 

De hecho, estos elementos llevan al Banco de España a considerar que España recuperará el nivel de PIB previo a la pandemia en el segundo semestre de este año. Así mismo, el consumo privado acelerará en 2024 y 2025 (crecerá un 2,3% y un 2,1% respectivamente).