La economía alemana se contrajo en el primer trimestre del año un 0,3%, según los datos definitivos publicados este jueves por el departamento federal de Estadística (Destatis), por lo que entró en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos en negativo.
Estas cifras corrigen las provisionales anteriormente difundidas por ese departamento, que apuntaban a un estancamiento del producto interior bruto (PIB) entre enero y marzo de 2023, después de la caída del 0,5% que se había registrado en el último trimestre de 2022.
"Tras la contracción reflejada con el final de 2022 se registró otro trimestre en negativo", constató la presidenta de Destatis, Ruth Brand, en un comunicado recogido por la agencia Efe.
Caída del consumo
La contracción del PIB se produjo como efecto de la caída del consumo derivada de la inflación, que aunque empezó a contenerse, tras alcanzar picos máximos en octubre por encima del 10%, se situó en abril en un 7,2% interanual.
Sin embargo, hubo impulsos positivos procedentes de las exportaciones y de la inversión, así como una recuperación del sector de la construcción y los equipamientos industriales, producción de maquinaria, electrodomésticos y automóviles.
Así, el conjunto de las exportaciones experimentó en este primer trimestre un aumento del 0,4% respecto al último periodo trimestral de 2022.
Las importaciones, en cambio, bajaron un 0,9%, según los datos detallados de Destatis, que destaca el descenso experimentado en carburantes, minerales y productos químicos.
Subió, asimismo, la ocupación laboral, que alcanzó los 45,6 millones de personas laboralmente activas, lo que supone un incremento interanual de 446.000 ciudadanos o, en términos porcentuales, de un 1%.
Con ello se mantiene el ritmo creciente de la ocupación laboral, de acuerdo con esos datos, que corroboran la tendencia de los correspondientes a la Agencia Federal de Empleo.