La vicepresidenta Nadia Calviño conversa con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, durante el Eurogrupo de este jueves en Luxemburgo

La vicepresidenta Nadia Calviño conversa con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, durante el Eurogrupo de este jueves en Luxemburgo Unión Europea

Macroeconomía

Alemania recaba el apoyo de 10 países en su cruzada contra la relajación de las reglas de disciplina fiscal de la UE

Calviño cree que la actitud de su colega alemán es constructiva y llama a tender puentes. 

16 junio, 2023 03:26
Bruselas

Alemania ha querido destruir de un plumazo la impresión de que está aislada en el debate sobre la reforma de las reglas fiscales de la Unión Europea. Y lo ha hecho a lo grande. El ministro alemán de Finanzas, el liberal Christian Lidner, ha logrado recabar el apoyo de una decena de países en su cruzada contra la relajación del Pacto de Estabilidad que defiende el Gobierno de Pedro Sánchez.

La imagen de una Alemania atrincherada en solitario contra las propuestas de la Comisión de Ursula von der Leyen se había impuesto en Bruselas por la 'traición' de su mayor aliado en materia de disciplina fiscal, Países Bajos, que ha firmado un acuerdo con España. Y también por el silencio de sus supuestos aliados, que contrasta con el activismo y la gesticulación constante de Lidner en todas las reuniones. Un silencio que ahora se rompe con una declaración conjunta publicada este jueves

Además de por Alemania, la declaración está firmada por los ministros de Finanzas de República Checa, Austria, Bulgaria, Dinamarca, Croacia, Eslovenia, Lituania, Letonia, Estonia y Luxemburgo. Entre todos no suman una minoría de bloqueo suficiente para paralizar la reforma, aunque el cálculo de Lindner es que el resto de socios no se atreverán a aprobarla en contra de la opinión de Berlín, la mayor economía de la eurozona, y sus aliados.

[El 'no' de Berlín complica el objetivo de Sánchez de relajar las reglas fiscales de la UE en la presidencia española]

La declaración conjunta constituye una enmienda a la totalidad a las propuestas de Von der Leyen, que sí cuentan con el apoyo de España, Italia y Francia. En lugar de objetivos de reducción de déficit iguales para todos, el Ejecutivo comunitario quiere establecer planes de ajuste plurianales a medida de cada Estado miembro (negociados de forma bilateral entre Bruselas y las capitales), con el techo de gasto público como único indicador de referencia.

"En nuestra opinión, contar con normas claras y comprensibles que se apliquen por igual a todos los Estados miembros facilita su cumplimiento y aplicación (...) Tener objetivos numéricos que se apliquen a todos los Estados miembros ayuda a establecer requisitos mínimos claros que permitan la consolidación y apoyen el crecimiento", sostiene Alemania y sus aliados. El objetivo que ha propuesto Berlín consistiría en obligar a los países altamente endeudados como España a recortar su deuda al menos un 1% al año.

A Berlín y a sus socios tampoco les convence la idea de que los planes de ajuste puedan alargarse hasta siete años. "No estamos convencidos de que establecer plazos para los esfuerzos de consolidación que vayan más allá del ciclo de un periodo legislativo produzca los mejores resultados posibles. De hecho, si los planes son demasiado largos, los acontecimientos los podrían dejar obsoletos, lo que significa que Europa reaccionará con demasiada lentitud ante los nuevos desafíos, debilitando así nuestra competitividad global", reza la declaración.

"La apuesta por un enfoque a medio plazo tampoco puede conducir a situaciones en las que los problemas futuros se utilicen para retrasar o posponer los ajustes fiscales que son necesarios hoy. Eso pondría una presión permanente sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas y desestabilizaría la unión monetaria", prosigue el texto.

La foto de familia del 25 aniversario del Eurogrupo en Luxemburgo

La foto de familia del 25 aniversario del Eurogrupo en Luxemburgo Unión Europea

La tesis de Alemania y sus aliados es que "para preservar la credibilidad frente a los mercados de capitales, los Estados miembros deben evitar déficits y niveles de deuda excesivos o aplicar reducciones realistas, tempranas y suficientes de los ratios de déficit y deuda".

El golpe de efecto de Berlín complica todavía más el objetivo de Sánchez de cerrar un acuerdo sobre la reforma del Pacto de Estabilidad durante la presidencia española de la UE, antes de fin de año.

"Es fundamental no volver a las trincheras del pasado, sino tratar de tender puentes, identificar cuáles son los elementos comunes y construir sobre esa base", ha dicho durante la reunión del Eurogrupo en Luxemburgo la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. Calviño asegura que mantiene un diálogo constante con Lindner y califica su actitud en el debate de "constructiva".