Bruselas

La inflación de la eurozona cae con fuerza en junio pero la subyacente (que excluye los elementos más volátiles como la energía y los alimentos) vuelve a repuntar. El índice de precios de consumo armonizado (IPC) se redujo hasta el 5,5% el mes pasado (6 décimas menos que en abril) gracias sobre todo a la bajada de la energía y la moderación de los alimentos, según la estimación inicial publicada este viernes por Eurostat, la oficina estadística comunitaria.

La caída ha sido más acentuada de lo esperado: los economistas encuestados por Reuters habían previsto una inflación del 5,6% en junio. Pese a esta disminución, la tasa todavía prácticamente triplica el objetivo del 2% que utiliza el Banco Central Europeo (BCE) para definir la estabilidad de precios.

Por su parte, la inflación subyacente sube ligeramente desde el 5,3% en mayo al 5,4% en junio. Este es un indicador clave para la institución dirigida por Christine Lagarde a la hora de decidir sobre los tipos de interés. Lagarde dijo el martes durante un foro de banqueros centrales en Sintra que la persistencia de la inflación subyacente se debe sobre todo a la presión de los costes laborales unitarios, aunque todavía no percibe una espiral inflacionista salarios-precios.

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Si se analizan los principales componentes del IPC de la eurozona, los alimentos son el factor que más ha subido en el último año (aunque se desaceleran desde el 12,5% en mayo al 11,7% en mayo). En segundo lugar, están los productos industriales no energéticos (5,5% frente al 5,8% en mayo). Por su parte, la inflación de los servicios aumenta del 5% en mayo al 5,4% en junio. Finalmente, los precios de la energía han caído un 5,6% en el último año.

Tras la bajada de la inflación armonizada desde el 2,9% en mayo al 1,6% en junio, España se sitúa como el segundo país de la UE con menor presión de precios, empatado con Bélgica. Sólo Luxemburgo registra una inflación más baja (1%).

Tasa de inflación en los países de la eurozona en junio

En el extremo contrario de la clasificación, los Estados miembros de la eurozona con precios más descontrolados son Eslovaquia (11,3%), Estonia (9%), Croacia (8,3%), Lituania (8,2%) y Letonia (8,1%).

Entre las grandes potencias de la eurozona, la inflación subió en Alemania (del 6,3% en mayo al 6,8% en junio) y bajó tanto en Francia (del 6% al 5,3%) como en Italia (del 8% al 6,7%).

En su discurso en Sintra, Lagarde anunció una nueva subida de tipos en la próxima reunión del 27 de julio porque la inflación de la eurozona "es demasiado alta y permanecerá así demasiado tiempo". "Ante un proceso inflacionista más persistente, no podemos vacilar, y aún no podemos cantar victoria", argumenta la presidenta del BCE.

Desde el pasado julio, el BCE ha ejecutado el incremento de tipos más rápido de la historia: un total de 400 puntos básicos. La mayoría de los analistas esperan un nuevo aumento de 0,25 puntos en el Consejo de Gobierno de julio, hasta situar el tipo general en el 4,25%. Los 'halcones' nórdicos han indicado que las subidas podrían continuar más allá del verano.

Lagarde ha explicado que, dada la incertidumbre sobre la persistencia de la inflación, el nivel máximo que alcancen los tipos no se puede determinar de antemano, sino que dependerá del momento y de la evolución de la economía. En todo caso, la presidenta señala que "es poco probable que, en un futuro próximo, el Banco Central pueda declarar con plena confianza que los tipos de interés han tocado techo".