La inflación de la eurozona cayó con fuerza en junio pero la subyacente (que excluye los elementos más volátiles como la energía y los alimentos) repunta más de lo previsto, lo que mantiene la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) para seguir subiendo los tipos de interés.
El índice de precios de consumo armonizado (IPC) se redujo hasta el 5,5% el mes pasado (frente al 6,1% registrado en mayo) gracias sobre todo a la bajada de la energía y la moderación de los alimentos, según el dato final publicado este miércoles por Eurostat, que confirma la estimación inicial del 30 de junio.
Se trata de la cifra más baja desde enero de 2022, justo antes del estallido de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. Hace un año, la tasa era del 8,6%. En el conjunto de la Unión Europea, la tasa de inflación se redujo desde el 7,1% registrado en mayo al 6,4% en junio. Hace un año, la cifra era del 9,6%.
Pese a la bajada, la tasa de inflación de la eurozona en junio prácticamente multiplica por tres el objetivo del 2% fijado por el BCE como indicador de la estabilidad de precios. Además, la inflación subyacente repunta del 5,3% en mayo al 5,5% en junio (una décima más de lo estimado inicialmente). Este es el indicador al que la presidenta Christine Lagarde le presta más atención a la hora de decidir sobre los tipos de interés. A su juicio, la persistencia de la inflación subyacente se debe sobre todo al aumento de los costes laborales unitarios.
En junio, la principal contribución a la tasa de la inflación anual de la eurozona vino de alimentos, alcohol y tabaco (+2,35 puntos porcentuales), seguidos de servicios (+2.31), productos industriales no energéticos (+1,42) y energía (-0,57).
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En comparación con mayo, la inflación cayó en 25 Estados miembros, se mantuvo estable en uno y aumentó en uno (Alemania, del 6,3% al 6,8%). Tras un fuerte descenso de 1,3 puntos, España se situó en junio como el segundo país de la UE con una inflación más baja (1,6%), empatado con Bélgica. Sólo Luxemburgo registra menores presiones sobre los precios (1%).
En el extremo contrario de la clasificación, Hungría (19,9%), Eslovaquia (11,3%) y República Checa (11,2%) son los países de la UE con una inflación más alta. Entre las grandes potencias de la UE, la inflación bajó en Francia del 6% al 5,3%, se moderó también en Italia del 8% al 6,7% y mejoró en Polonia del 12,5% al 11%.
Lagarde ya ha anunciado que volverá a subir los tipos de interés en la próxima reunión del Consejo de Gobierno que se celebra el próximo 27 de julio. Los analistas esperan un nuevo incremento de un cuarto de punto que situaría el tipo general en el 4,25%. Pero además, los halcones nórdicos ya han empezado a presionar para evitar cualquier pausa y proseguir con el endurecimiento del precio del dinero después del verano. Los datos de inflación de este miércoles les dan munición para continuar con las subidas de tipos.