Las empresas encadenan 5 meses perdiendo ventas y se aprietan el cinturón ante el aumento del coste de la deuda
Fuentes empresariales alertan de quiebras en los próximos meses por los problemas para acceder a financiación que generan las subidas de tipos.
27 septiembre, 2023 03:33El Instituto Nacional de Estadística (INE) y los datos del Ministerio de Hacienda y Función Pública confirman que la mala racha para el sector privado español se alarga. En agosto, las ventas volvieron a caer en términos interanuales y encadenan ya cinco meses en negativo. Y las perspectivas de las empresas no son buenas: las subidas de tipos encarecen la financiación. No se descartan quiebras en el futuro. En fin, que, como indican varias voces, ha llegado el momento de apretarse el cinturón.
Vayamos por partes. El INE confirma que las ventas de las empresas españolas no han hecho sino caer desde abril y hasta julio. El último dato del Instituto apunta que la caída del séptimo mes del año fue del 3,5%.
Unos números negativos de los que están especialmente afectados el sector energético (con una reducción de su facturación del 31%) y el de industria (con una pérdida del 5,2%).
Pero hay más. Agosto también fue perjudicial para la facturación de las empresas españolas, según el seguimiento que la Agencia Tributaria hace de la evolución de las ventas interiores diarias.
Desde julio y hasta principios de septiembre, este indicador muestra caídas de ventas interanuales que van del 3% y hasta el 6,8%, según el periodo analizado. Los datos brutos de la Agencia Tributaria (AEAT) alertan, de hecho, de que en julio, el negocio de las empresas españolas se redujo un 1,2% y que en agosto se registró la peor caída en lo que va de 2023: un 6%.
[Las ventas de las empresas españolas encadenan cuatro meses en negativo pese al empuje del turismo]
A falta de que el INE confirme estas evidencias, la información de Hacienda indica que el funeral empresarial no es homogéneo. En algunos sectores los meses estivales se han celebrado. El verano ha sido positivo (mucho) para los que están relacionados con el turismo: la hostelería disparó un 25,6% anual en agosto y el comercio al por menor se elevó un 2,1%.
Lo preocupante es lo sucedido en el sector de la logística. Los ingresos por actividades relacionadas con el transporte y el almacenamiento se desplomaron un 33%. Con todo, las empresas suministradoras de energía exhibieron la mayor caída (48%), pero esto se debe a los altos precios energéticos de 2022 y ha sido la nota predominante este año.
También están en negativo (algo que ha sucedido durante todo el verano) las empresas de comercio al por mayor, cuyas ventas cayeron un 8,2%, la mayor reducción del ciclo analizado por la AEAT.
Y lo peor puede estar por venir. Hay inquietud, mucha, entre las empresas españolas. Las ventas se están agotando y nadie quiere recurrir a financiarse con créditos. ¿La razón? Las subidas de tipos de interés, que están en su mayor nivel desde 2001.
Acción correctora
El Banco Central Europeo (BCE) ya ha avisado de que su acción correctora de la inflación no ha terminado. Y el objetivo, que está en bajarla al 2%, parece muy complicado de cumplir a corto plazo a tenor de los vaticinios actuales para los precios.
Para España, los pronósticos barajan una inflación del 3,6% para este año y que repunte al 4,3% en 2024. Datos que no llaman al optimismo respecto al resto de la zona euro, donde los niveles de inflación son más elevados.
El coste en aumento de los créditos es lo que está llamando al pesimismo. Los corrillos empresariales comparten unas perspectivas negativas a las que no creen que, en este caso, pueda escapar ningún sector.
De hecho, ya hay voces que avisan de que la falta de liquidez de las empresas y el elevado precio del crédito va a conllevar numerosas quiebras, imprevistas en algunos casos.
Hay algunos cálculos estimatorios sobre el impacto que las subidas de tipos están teniendo en la economía española. El Banco de España calcula que entre 2022 y 2025 el PIB español perderá 3,1 puntos de crecimiento por el endurecimiento de la política monetaria.
Tomando como referencia el PIB de 2022, esto significa que la economía española perderá más de 41.737 millones de euros, según los cálculos de EL ESPAÑOL-Invertia.