Bruselas

Los ministros de Economía de los Veintisiete han aprobado este martes la adenda del Plan de Recuperación de España, que da acceso a una financiación extra de 93.500 millones de euros de fondos Next Generation (83.200 millones en créditos blandos a devolver y 10.300 millones de euros en subvenciones a fondo perdido). El Ecofin ha dado por buena la evaluación positiva de la Comisión de Ursula von der Leyen sobre las nuevas inversiones y reformas prometidas por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Esta cantidad se suma a los 69.500 millones de euros en subvenciones que incluía el plan de recuperación original de España aprobado en julio de 2021. De este importe, nuestro país ya ha recibido hasta ahora 37.000 millones de euros: 9.000 en concepto de adelanto y 28.000 en los tres primeros pagos por el cumplimiento de reformas e inversiones. En total, España tiene asignados 163.000 millones de fondos Next Generation, la segunda mayor dotación por detrás de Italia.

Todo este dinero seguirá desembolsándose en sucesivos pagos (dos al año) a medida que nuestro país cumpla las condiciones exigidas: 111 reformas y 142 inversiones. Pero el dinero tiene que ejecutarse en su totalidad antes del 31 de agosto de 2026. Bruselas teme que España sea incapaz de gestionar y gastar todos los fondos Next Generation y ha reclamado al Gobierno que refuerce la capacidad administrativa si no quiere perder las ayudas.

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En el marco de las negociaciones de la adenda, Bruselas ha aceptado modificar o retrasar un total de 52 hitos y objetivos incluidos en el plan de recuperación original, que según Sánchez ya no pueden cumplirse o deben retrasarse por el impacto de la inflación, la guerra de Ucrania o la pandemia. Uno de los cambios más destacados es eliminar la obligación de introducir un sistema de peajes en las autovías nacionales a partir del 1 de enero de 2024.

El visto bueno de la UE despeja el camino para que España presente la cuarta solicitud de pago de fondos Next Generation por valor de 10.000 millones de euros. Algunas de las condiciones asociadas a este desembolso no se habían cumplido por la convocatoria de elecciones anticipadas el 23 de julio, pero Bruselas ha accedido a modificarlas o aplazarlas durante las negociaciones de la adenda.

Lo que no se ha cambiado son las exigencias en materia de reforma de las pensiones, que es la más importante del cuarto pago. El Ejecutivo comunitario tendrá que analizar ahora si los cambios patrocinados por el ministro José Luis Escrivá son suficientes para responder a las exigencias de la UE en materia de sostenibilidad fiscal de las pensiones. 

Además de la adenda de España, el Ecofin ha aprobado este martes la modificación de los planes de recuperación de República Checa, Países Bajos, Portugal y Eslovenia.