Siguientes pasos

- Tras el rechazo del Senado, la Ley de Estabilidad obliga al Gobierno a presentar una nueva senda fiscal, con sus correspondientes objetivos de déficit, a Congreso y Senado. Para ello cuenta con un plazo máximo de un mes. 

- El Ministerio de Hacienda, por ahora, descarta cambiar los límites de déficit. Por ello, también cierra la puerta a volver a reunir al Consejo de Política Fiscal y Financiera para analizar una nueva posible senda.

- En cualquier caso, los límites fiscales tienen que ser aprobados de nuevo por el Consejo de Ministros. Tras hacerlo, se someterá de nuevo a votación en la Cámaras, la Alta y la Baja. 

Sin apoyos

- Todo parece indicar que la segunda vuelta de los objetivos de déficit se va a resolver de la misma manera que en la primera. Pese a que el Gobierno de coalición pueda lograr sacar la votación en el Congreso, es imposible hacerlo en el Senado sin el apoyo del Partido Popular.

- Los populares han reclamado al Ministerio de Hacienda negociar su apoyo, y han exigido más capacidad de gasto para las regiones (es decir, límites de déficit más altos) y rebajas tributarias. Algo a lo que María Jesús Montero se ha negado.

- Desde Hacienda explican que si los objetivos son rechazados por segunda vez, la senda de estabilidad debería ser la que estuviera vigente. Hay que recordar que los objetivos fiscales se suelen fijar para tres ejercicios.

- Sin embargo, para este 2024 y años sucesivos no hay senda de estabilidad vigente. ¿Por qué? Porque las reglas fiscales europeas (y los correspondientes límites de déficit) llevan suspendidas desde 2020 por la irrupción de la Covid y la inflación desatada por la guerra en Ucrania. Por ello, durante estos años, no se han aprobado sendas de estabilidad con sus correspondientes objetivos de déficit.

La polémica 

- Según el Ministerio de Hacienda, ya hay un informe de la Abogacía del Estado que cuenta cómo se resuelve esta situación.  

- "Si no hubiera una senda anterior aprobada, la Abogacía del Estado señala que los objetivos de estabilidad serán los que el Gobierno hubiera incluido en el Programa de Estabilidad" anterior, que data de abril de 2023, indican desde Hacienda.

- ¿Por qué el Programa de Estabilidad y no el Plan Presupuestario, que se envió a Bruselas en octubre? "Porque es en el Programa de Estabilidad donde se incluye objetivo presupuestario a medio plazo (MTO, por sus siglas en inglés) que es evaluado por la Comisión Europea para determinar si el Estado miembro cumple la normativa europea de estabilidad presupuestaria".

- El problema (y la polémica) es que los límites fiscales que recoge el Programa de Estabilidad son más estrictos que los propone el Gobierno. En su planteamiento, Hacienda propone limitar el déficit de las comunidades autónomas al 0,1% de PIB para 2024 y que los ayuntamientos se queden en equilibrio presupuestario. 

- Si finalmente se tiene que aplicar lo recogido en el Programa de Estabilidad, la capacidad de gasto de comunidades autónomas y de municipios quedará mermada. Las regiones tendrán que cerrar el año en equilibrio presupuestario (es decir, sin déficit). Mientras, los municipios y el resto de las entidades locales deberán alcanzar un superávit del 0,2% de su PIB.   

¿Y qué pasa con los Presupuestos?

- En realidad, que la senda de estabilidad no salga adelante no bloquea la tramitación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2024. Cabe recordar que el techo de gasto para este año (el primer paso de las Cuentas) ya fue aprobado por el Consejo de Ministros y presentado en el Congreso.

- El proyecto presupuestario se podrá aprobar y sacar adelante sin inconvenientes, más allá de lograr los apoyos parlamentarios correspondientes (una labor que ya de por sí va a ser difícil). Adaptado, eso sí, a la senda fiscal y los límites de déficit que finalmente queden fijados. 

- Otra cosa son los presupuestos de las comunidades autónomas y de las entidades locales. Sus cuentas se aprobaron hace meses o semanas contando (presumiblemente) con unos límites fiscales que podrían quedar anulados.

- Si acaban aplicándose los límites fiscales del Programa de Estabilidad de 2023, regiones y ayuntamientos tendrán que apretarse el cinturón, puesto que perderán capacidad de gasto este 2024.