La construcción necesita más de 500.000 trabajadores y patronal y sindicatos apuestan por contratar en origen
En el último año, los empleados en el sector de la construcción crecieron un 8,3%, pero sólo representan el 6,6% del total de trabajadores.
14 febrero, 2024 02:31La respuesta es la misma se pregunte a empresas o a sindicatos: sí, en la construcción faltan trabajadores y la necesidad va a ser todavía mayor en los próximos años. La cuestión de cuántos son esos trabajadores que faltan también genera consenso: entre 500.000 y 700.000. Y unos y otros señalan la misma posible solución: la contratación en origen de trabajadores extranjeros.
Esa cifra, de más de medio millón de trabajadores, contrasta con los datos de vacantes que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL). Según dicha estadística, en el tercer trimestre -último dato disponible- sólo había 6.160 vacantes en el sector de la construcción, apenas 1.000 más que un año antes.
Sin embargo, desde el sector se lleva tiempo insistiendo en la falta de mano de obra. Más todavía teniendo en cuenta que los fondos del Plan de Recuperación implican inversiones en la construcción y rehabilitación de edificios. Es decir, que, en los próximos años, la demanda de estos servicios será incluso mayor.
Y aunque con una tasa de paro del 11,7% sindicatos y patronal coinciden en que lo lógico sería encontrar trabajadores en el país, defienden que hay que ir más allá. A cierre del pasado año, el sector de la construcción representaba únicamente el 6,6% del total de ocupados. Ni un millón y medio de trabajadores, según la última Encuesta de Población Activa (EPA).
"Eso es obvio, es una realidad", responde Mariano Hoya, secretario general de UGT-FICA, a EL ESPAÑOL-Invertia al ser preguntado sobre si faltan trabajadores en el ladrillo. Según Hoya, en los próximos dos o tres años, en función de la ejecución de los fondos del Plan de Recuperación, y teniendo en cuenta que subirá la construcción de vivienda por la moderación de las hipotecas, harán falta en torno a 500.000 trabajadores "en la estimación menos ambiciosa".
Habrá, por tanto, que conseguir nuevos empleados. El líder de UGT-FICA señala que en el paro hay unos 200.000 trabajadores apuntados en el sector de la construcción, insuficientes para cubrir las necesidades. Pero lo primero es ver si a estos se les ha ofertado un puesto de trabajo, algo que Hoya pone en duda.
Y lo hace porque considera que el servicio público de empleo (SEPE) no cumple con su labor de ligar las necesidades de los desempleados con las de las empresas que buscan trabajadores. "Es un problema en el que habría que profundizar bien, porque hay muchísimos recursos que se destinan al SEPE y casi se ha convertido en un registro de parados", se lamenta Hoya.
Trabajadores extranjeros
Pero, más allá de esos 200.000 trabajadores del sector en el paro, el ladrillo precisa de más mano de obra. "¿De dónde empezar a tirar?", se pregunta Mariano Hoya, y responde que, en primer lugar, de formar a migrantes sin papeles para que, a través del trabajo en la construcción, regularicen su situación.
Con todo, continúa, "harán falta antes o después de fuera de España". Es decir, recurrir a la contratación en origen para cubrir una necesidad de mano de obra que el país es incapaz solventar. No se trata ni de una idea nueva, es más, el propio Gobierno ya contempla esta posibilidad.
Desde agosto, los puestos técnicos del ladrillo aparecen en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, lo que permite su contratación en terceros países. Y la ministra de Inclusión y Seguridad Social, Elma Saiz, se mostró la pasada semana abierta a "ahondar en una migración circular ordenada" para solucionar el problema de la falta de mano de obra en el campo.
La posición de Hoya, no obstante, choca con la de los sindicatos a nivel confederal. Su propia central, UGT, rechaza que sea necesario contratar trabajadores fuera de España con más de 2,7 millones de parados. El de UGT-FICA coincide con que deben primero llegar ofertas a los desempleados. Pero, de seguir así la situación, sí que entiende que la contratación en origen puede solucionar el problema.
Con quien sí concuerda completamente es con la otra parte en las mesas de negociación colectiva: la patronal. En este caso, con la Confederación Nacional para la Construcción (CNC).
"Al menos 700.000 trabajadores harán falta para cumplir con los compromisos del plan de recuperación, sobre todo teniendo en cuenta las medidas que se van a poner en marcha en materia de rehabilitación y regeneración urbana", asegura a EL ESPAÑOL-Invertia Pedro Fernández Alén, presidente de CNC.
Para cubrir ese déficit, explica, "hay que atraer a inmigrantes. Para eso, la contratación en origen puede ser una solución importante". Eso sí, continúa, la "recepción de trabajadores" debe estar "supervisada" para "traer mano de obra con unas mínimas garantías".
Asimismo, coincide con Hoya en que la idea de "regularizar trabajadores" para incorporar a "muchos" empleados a la "economía real", de manera que el sector de la construcción ayudaría en la lucha contra la economía sumergida.
Un sector poco atractivo
"Hoy por hoy no es el sector donde los padres queremos que vayan nuestros hijos", señala el secretario general de UGT-FICA. Y eso pese a que su convenio es "uno de los más altos". De hecho, según el convenio nacional de la construcción, los salarios parten de los 19.000 euros.
La solución en este sentido es clara para el líder sindical: hacer atractivo el sector para los jóvenes, "que vean que no es un sector peligroso, sino uno donde existe la posibilidad de desarrollarse".
Fernández Alén asegura que "no se entiende que en un país con un 11% de paro se dé este problema de la mano de obra", al igual que "no se entiende el envejecimiento de las plantillas cuando hay un desempleo juvenil cercano al 30%". El líder de CNC insiste en que se está haciendo "algo mal" como país y hay que convencer a los jóvenes de que se incorporen "lo antes posible al mercado de trabajo".
En este sentido, señala que "muchas de las formaciones que actualmente se están cursando no son demandadas por las empresas", lo que causa que muchos jóvenes con formación no encuentren trabajo. "Pero se requiere mano de obra para otras actividades clásicas", como la propia construcción, sentencia.
Es por eso por lo que desde el sector se están haciendo campañas para "mejorar la imagen", algo para lo que Fernández Alén pide la ayuda del Gobierno.
Con todo, considera que el ladrillo lucha con una "deteriorada o difuminada" imagen que viene de los días de la 'Gran Recesión' de finales de la primera década de este siglo. Confía, sin embargo, en que el cambio de la construcción en los últimos años ayudará a cambiar esa visión de un sector en continuo crecimiento.