España continúa a la zaga en competitividad fiscal debido a las "ineficiencias" de su sistema tributario
El Instituto de Estudios Económicos (IEE) defiende que la recaudación debe crecer con un alza de las bases imponibles y no con más presión fiscal.
4 abril, 2024 02:28España remonta, pero poco. El país sigue a la cola en el ránking de competitividad fiscal que elabora Tax Fundation: en 2023, se situó en el puesto 31 de 38, tras escalar tres posiciones, aunque sigue lejos del puesto 23 que ocupaba en 2019. El Instituto de Estudios Económicos (IEE), think tank de la CEOE, achaca los malos resultados en los últimos años no sólo a las subidas de impuestos, sino también a las "ineficiencias" del sistema tributario español.
En su informe sobre competitividad fiscal relativo al año 2023, el IEE denuncia el proceso de convergencia fiscal de España con Europa, en tanto que, asegura, las empresas ya soportan una carga fiscal mayor que la del resto de países de la UE. Según el think tank, entre cotizaciones sociales e Impuesto de Sociedades, las empresas pagan el equivalente al 12,2% del Producto Interior Bruto (PIB), lo que supone 1,8 puntos más que la media.
En términos de recaudación tributaria, las empresas españolas aportan un 32,2% con esas dos figuras, aunque sólo una de ellas, el Impuesto de Sociedades, se considera un tributo. La media europea es de un 25,8%. Cabe destacar que, en términos generales, en España, las empresas asumen más parte del coste de las cotizaciones sociales que en otros países europeos, donde el gasto recae en mayor medida en los trabajadores, pero eso no comporta un coste laboral superior.
Con todo, y habida cuenta del incremento de la contribución fiscal de las empresas en los últimos años, el think tank de la CEOE considera que "cualquier incremento de la recaudación tributaria debería basarse en el aumento de las bases imponibles". O lo que es lo mismo, que unos mayores ingresos deben venir de una mayor masa de la que recaudar, en este caso, de más empresas con mejores resultados.
Esto se consigue, según el IEE, "fomentando el crecimiento económico". También señala en este aspecto la importancia de la lucha contra el fraude fiscal como otra herramienta para aumentar los ingresos del sistema tributario.
Sin embargo, en su informe critica que España "sigue la tendencia contraria" en los últimos años. Una tendencia que, lamenta el IEE, "el Gobierno parece decidido a mantener en la presente legislatura". Además, no sólo con "continuadas subidas de impuestos", sino con el mantenimiento de nuevas figuras tributarias diseñadas en un principio como temporales.
A partir del índice de competitividad fiscal, el Instituto de Estudios Económicos elabora su propio "indicador de presión fiscal normativa", que evidencia la carga de gravamen que el diseño del sistema fiscal introduce en las economías, al margen de la recaudación que obtenga. Esa carga, calcula el IEE, es en España un 17,2% más elevada que la de la media europea y un 19,1% superior a la de la media de la OCDE.
"Ineficiente y distorsionante"
El think tank de la CEOE señala que un incremento de la recaudación no se justifica por los objetivos de reducción del déficit. "Una de las peores decisiones que puede tomar el Gobierno, en un momento como el actual, es la de subir los impuestos", aseguran desde el IEE. Es así, explican, porque "las alzas impositivas deprimen la oferta productiva y el consumo".
Asimismo, el informe asegura que esa mayor presión fiscal normativa supone, en última instancia, que el sistema fiscal español sea "más ineficiente y distorsionante".
Es precisamente en esa eficiencia donde el think tank señala que está la clave de una mejora de la fiscalidad en España. "Es prioritario recuperar la credibilidad y sostenibilidad de nuestras finanzas públicas. Pero ello solo será posible cuando se acometa nuestra gran reforma estructural pendiente: la de optimizar la eficiencia del gasto público", reza el informe.
En este sentido, apunta que "gran parte del gasto público estructural no se debe tanto a mejores prestaciones públicas para los ciudadanos, sino a mayores ineficiencias". Y ejemplifica este extremo al asegurar que sólo con homologar a España en eficiencia de gasto con la OCDE se podría "provisionar los mismos servicios públicos actuales con un 14% menos de gasto".