En su minigira europea, el presidente chino, Xi Jinping, ha evitado hacer parada en Bruselas y visitará únicamente Francia, Hungría y Serbia, en lo que parece un intento de sembrar división en la UE. Pero el presidente francés, Emmanuel Macron, ha traído la capital comunitaria a París invitando a la presidenta de la Comisión Europea a un encuentro a tres.
Una oportunidad que Ursula von der Leyen ha aprovechado para denunciar la "sobreproducción" de productos industriales chinos subvencionados que inundan el mercado europeo, así como las trabas de Pekín a las empresas comunitarias.
"Tenemos una relación económica sustancial entre la UE y China. Nuestro volumen comercial diario ronda los 2.300 millones de euros. Pero esta relación también se ve amenazada, por ejemplo, por el exceso de capacidad inducido por el Estado, el acceso desigual a los mercados y la excesiva dependencia", le ha dicho Von der Leyen a Xi al inicio de la reunión a tres.
De hecho, en las últimas semanas se han disparado las tensiones comerciales entre Bruselas y Pekín. El Ejecutivo comunitario ha lanzado investigaciones contra los coches eléctricos, los ferrocarriles, los paneles solares y las turbinas procedentes de China. La UE amenaza además con restringir la entrada de productos médicos chinos si Pekín no abre su mercado. Finalmente, la Comisión realizó a finales de abril inspecciones por sorpresa en las sedes en Polonia y Países Bajos del fabricante chino de productos de seguridad Nuctech.
"Hemos discutido los desequilibrios (económicos entre la UE y China), que siguen siendo significativos, lo cual es un asunto que nos preocupa mucho. Como hemos demostrado, defenderemos a nuestras empresas, a nuestras economías. Nunca dudaremos en hacerlo si es necesario", ha explicado Von der Leyen al término del encuentro tripartito con Xi y Macron.
[La UE amenaza con restringir el acceso de productos médicos chinos si Pekín no abre su mercado]
"Los productos subsidiados chinos, como los coches eléctricos y el acero, están inundando el mercado europeo. Al mismo tiempo, China continúa apoyando de forma masiva a su sector industrial, mientras su demanda doméstica no aumenta. El mundo no puede absorber la sobreproducción china", alega la presidenta de la Comisión.
Por eso, Von der Leyen ha reclamado a las autoridades chinas que corrijan esta "sobrecapacidad estructural". Al mismo tiempo, la UE se coordinará con los países del G7 y con los países emergentes "que están cada vez más afectados por las distorsiones de mercado chinas".
En cuanto al acceso de las empresas europeas al mercado chino, la presidenta confía en lograr más progresos mediante el diálogo, pero también avisa de que está dispuesta a usar plenamente los instrumentos de defensa comercial de la UE si es necesario. "Europa no puede aceptar prácticas que distorsionen el mercado y conduzcan a nuestra desindustrialización", ha señalado.
Bruselas seguirá trabajando además en reducir sus dependencias respecto a China por ejemplo en materias primas, diversificando las fuentes de suministro.
En materia de política internacional, Von der Leyen le ha pedido al presidente chino que utilice su influencia sobre Vladímir Putin para detener su guerra de agresión contra Ucrania. La presidenta le ha reclamado además que mantenga su compromiso de no proporcionar ayuda militar a Moscú y limite el envío de equipos de doble uso que puedan acabar en el campo de batalla.
En cuanto al conflicto en Oriente Próximo, Von der Leyen sostiene que Pekín puede desempeñar un papel importante en limitar la proliferación de misiles y drones de Irán.