La actual vicepresidenta tercera del Gobierno de Pedro Sánchez tendrá como responsabilidad "garantizar que la UE mantenga el rumbo respecto a los objetivos del Pacto Verde Europeo y se descarbonice y se reindustrialice al mismo tiempo", según ha explicado Von der Leyen durante la presentación de las carteras.

Además, Ribera será la responsable de la política de competencia de la UE. Se trata de una de las carteras más codiciadas en Bruselas ya que tiene poderes directos para multar los abusos monopolísticos de las multinacionales, vetar fusiones y autorizar o no ayudas públicas a empresas. Entre sus competencias figura además la aplicación de la Ley de Mercados Digitales, cuyo objetivo es poner coto al poder de las grandes plataformas.

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En la carta en la que describe su mandato, Von der Leyen le fija como prioridades la preparación de un nuevo Plan de Industria Limpia que debe presentarse en los primeros 100 días de mandato, la reducción de los precios de la energía o la reforma de la fiscalidad con el fin de impulsar la transición ecológica. La presidenta encarga además a Teresa Ribera modernizar la política de competencia de la UE.

"Estoy muy contenta. Creo que es una muy buena cartera. Es un honor que asumo de forma humilde y comprometida. La presidenta ha hecho una propuesta que refleja bien los grandes desafíos que tenemos por delante", ha dicho Ribera en Estrasburgo. La vicepresidenta confía en contribuir desde su nuevo cargo a "mejorar la competitividad de la economía europea, pensando en las personas y en los límites ambientales".

En total, el nuevo equipo de Von der Leyen cuenta con seis vicepresidencias ejecutivas. El francés Stéphane Séjourné será responsable de Prosperidad y Estrategia Industrial; el italiano Raffaele Fitto se encargará de Cohesión y Reformas; la finlandesa Henna Virkkunen se ocupará de Soberanía Tecnológica, Seguridad y Democracia; y la rumana Roxana Minzatu tiene adjudicada la vicepresidencia de Capital Humano, Cualificaciones y Preparación. La exprimera ministra de Estonia, Kaja Kallas, ya fue designada por los líderes europeos como sucesora de Josep Borrell al frente de la diplomacia europea.

El salto a Bruselas de la vicepresidenta tercera obligará a Sánchez a hacer una nueva crisis de Gobierno para sustituirla en las próximas semanas. Ribera será la nueva representante de España en la Comisión Europea, tomando el relevo de Josep Borrell, que durante los últimos cinco años ha sido vicepresidente y Alto Representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. 

Al igual que el resto de comisarios designados, Ribera debe pasar ahora el examen del Parlamento Europeo en una audiencia pública que se celebrará probablemente a finales de octubre. Los eurodiputados pondrán a prueba no sólo sus conocimientos de la cartera, sino su historial pasado y posibles conflictos de interés, así como sus convicciones europeístas. 

En caso de no lograr el aprobado -algo que nunca ha ocurrido con un candidato español-, la Eurocámara podría pedir su sustitución, pero no tiene poderes para tumbarla de forma individual.

Una vez que hayan concluido todas las audiencias, el pleno del Parlamento Europeo debe ratificar al colegio de comisarios en su conjunto. En este caso, sólo se requiere la mayoría simple de los votos emitidos, un umbral mucho menos exigente que el que necesitó la propia Von der Leyen en julio.

Si no hay sobresaltos, el nuevo Ejecutivo comunitario empezará a trabajar el 1 de noviembre. Pero cualquier tropiezo en las audiencias de los comisarios obligaría a retrasarlo todo y el actual equipo tendría que quedarse en funciones.

Ribera es la figura de más alto rango de los socialistas europeos en el equipo de Gobierno de Von der Leyen, que a priori cuenta con el apoyo de una gran coalición ampliada formada por populares, socialistas, liberales y verdes. 

A la hora de decidir el reparto de carteras, la alemana ha tenido que armar un complicado rompecabezas, ya que debía respetar toda una serie de equilibrios políticos, geográficos y de género. No obstante, al final Von der Leyen no ha conseguido la paridad que buscaba porque los Estados miembros no le han enviado un número suficiente de mujeres. 

La nueva Comisión tendrá un total de 11 mujeres, el 40% del total de miembros. La presidenta ha intentado compesar este desequilibrio invirtiendo las tornas en la cúpula con cuatro viceprepresidentas y dos vicepresidentes.

Las dificultades de la tarea le obligaron a retrasar una semana la presentación de su equipo, que además vivió una crisis de última hora con la dimisión por sorpresa este lunes del comisario francés, Thierry Breton, que había sido designado por Emmanuel Macron para repetir un segundo mandato. Breton acusó a Von der Leyen de maniobrar a sus espaldas para sustituirle por "motivos personales" y le acusó de un estilo de gobierno "cuestionable".