La reforma fiscal del Gobierno ya está aquí. Pero, como se suele decir, es una reforma ‘a medias’. O utilizando el símil de deshojar la margarita, ha habido propuestas que han salido 'sí' (han salido adelante) y otras han salido 'no' (se han quedado en el tintero).

Además, una de ellas ha quedado ‘entre Pinto y Valdemoro’. Es decir, que está en un punto intermedio: el gravamen energético. Habrá que esperar a final de año para ver cómo se resuelve.

De momento, el PSOE va a poner en marcha una nueva proposición de ley para crear el impuesto. Para ello constituirá una comisión negociadora con aquellos grupos parlamentarios “necesarios” para aprobarla antes de enero mediante un real decreto-ley que permita prorrogar el gravamen temporal a las energéticas un año más.

¿Qué impuestos caen con el nuevo paquete fiscal?

De todos los impuestos que han caído al baúl de los recuerdos, uno que afecta a muchos ciudadanos es el relativo al diésel. El fin que se pretendía con la medida era igualar la fiscalidad del gasóleo con la de la gasolina. Algo, por cierto, exigido por la Comisión Europea desde hace años.

Lo curioso es que se ha rechazado por el pleno del Congreso con los votos en contra de Partido Popular (PP), Vox y Podemos. De esta manera, los conductores se ahorrarán una media de 11 céntimos de euros por litro. De media, unos 102 euros al año.

Otro impuesto que ha traído controversia es el relativo a las socimi. Lo que se pretendía era quitar los beneficios fiscales que tienen estas sociedades de inversión inmobiliaria. Tal fue el revuelo que creó su anunció, que algunas firmas del sector, como Merlin y Colonial, hablaron de trasladar su sede fuera de España, como ya hizo, por ejemplo, Ferrovial.

Tampoco sale adelante la exención a las primas de seguros privados sanitarios. Una buena noticia para más de 1,2 millones de ciudadanos que los tienen contratados. Ni un nuevo impuesto sobre los bienes suntuarios (yates, jets privados...). Por último, pasa a dormir el sueño de los justos el IVA del 21% a los pisos turísticos.

¿Qué impuestos continúan con el nuevo paquete fiscal?

En el otro lado de la balanza, han salido adelante medidas como el impuesto mínimo a las multinacionales (aquellas que facturan más de 750 millones de euros). Se trata de un gravamen mínimo del 15%. Una medida necesaria, y comprometida con la Unión Europea (UE), para poder recibir 7.200 millones de fondos europeos.

También ha prosperado el gravamen bancario, que tendrá un carácter progresivo con una escala que oscilará entre el 1% y el 7% en función del margen de intereses y comisiones ingresado.

La recaudación será para las comunidades autónomas, pero las haciendas forales los podrán gestionar. Por tanto, podrán bonificarlos en su territorio. Al ser progresivo, gravará más a las entidades que más ingresen. Así, CaixaBank, BBVA y Santander tendrán un tipo del 7%; Sabadell, del 6%; y Bankinter y Unicaja, en el rango del 4,8%.

A estos hay que añadir medidas para evitar el fraude en la venta de carburantes; y la actualización del Impuesto de Sociedades. Su fin es limitar las deducciones de las grandes empresas para, así, aproximar el tipo real que pagan las multinacionales al tipo efectivo. También se reduce el tipo para las pymes que facturen menos de un millón de euros.

Por último, se va a gravar más las ganancias en Bolsa al incrementar dos puntos la tributación de las rentas de capital superiores a 300.000 euros: del 28% al 30%. Y se crea un nuevo impuesto sobre los cigarrillos electrónicos.