María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda este viernes en Granada. EFE
María Jesús Montero enfada a las CCAA al ocultar cómo les aplicará la ‘quita’ de deuda pactada con Cataluña
Hacienda no ha explicado todavía cómo se hará ese perdón cuando sólo quedan días para la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.
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Hartazgo en las comunidades autónomas con el Ministerio de Hacienda. Regiones de uno y otro color critican que se les haya enviado el orden del día del próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera sin ningún tipo de documentación para preparar la reunión.
Así lo ha podido confirmar este diario en conversación con varias de ellas. Todas creen que una vez confirmado que se va a abordar la quita que Hacienda quiere llevar a cabo de la deuda de las regiones (ya sea con el Estado o con otros entes), debería haberles explicado cómo quiere hacerlo.
El enfado viene motivado porque las autonomías del régimen común todavía no saben de qué manera se va a articular el proceso de perdón del endeudamiento. Tan sólo Cataluña es consciente del sistema, pues se pactó entre el Partido Socialista y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) para investir a Salvador Illa president de la Generalitat.
¿Cuáles eran esas condiciones? Básicamente un 20% del total del endeudamiento de la Generalitat con el Estado a través del Fondo de Liquidez Autonómico, unos 15.000 millones de euros. Sin embargo, para el resto de regiones todavía no se sabe a cuánto va a ascender la cantidad condonada, ni de qué manera se va a llevar el método de cálculo.
Detalles, todos ellos, que confiaban en tener este viernes una vez que se enviara el orden del día. Sin embargo, no ha sido así. Las autonomías explican que Hacienda les ha dicho que todos los detalles sobre este tema "se remitirán a la mayor brevedad posible".
Quedan, por tanto, a la espera del documento más importante de este Consejo de Política Fiscal y Financiera, que se celebrará el miércoles 26 de febrero a las 16:00 horas.
La idea que tiene Hacienda es compensar a las regiones por los graves problemas económicos que atravesaron la década pasada (que afectaron a su liquidez y a la prestación de servicios públicos) y que puedan volver financiarse a los mercados privados.
La quita es una medida controvertida. Aunque se halle una fórmula que compense a todos los territorios de manera equivalente, entes de análisis como la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) alertan de que esta iniciativa no hace sino fomentar la desobediencia fiscal de los territorios. Es decir, promueve el descontrol en cómo manejan sus finanzas.
Además, supone una mutualización de las deudas regionales que podría alcanzar los 50.000 millones, según algunas estimaciones. Un dinero que ahora pagaremos todos los españoles, en lugar de los habitantes de cada autonomía.
Félix Bolaños, negociador por parte de los socialistas del acuerdo con ERC, anunció que se seguiría el mismo camino para el resto de las regiones. Siguiendo una proporción parecida (20%), en el caso de la Comunidad Valenciana la quita rondaría los 10.000 millones y sería de unos 5.000 millones para Andalucía.
El mecanismo que presente Hacienda tendrá que establecer también un sistema para aplicar la quita a Madrid. La única región que no tiene endeudamiento con el FLA y que desconoce de qué manera se le va a compensar para que no se vea perjudicada.
Críticas de Madrid
Precisamente ha sido la consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, Rocío Albert, la más crítica con una convocatoria que califica de "opaca, irrespetuosa y que apenas da margen para que podamos preparar la reunión".
Críticas también desde Andalucía. Carolina España, consejera de Hacienda, cree que esta convocatoria es la muestra de que "la agenda del Gobierno la marcan sus socios independentistas".
A su juicio, "María Jesús Montero no tiene ninguna voluntad de reformar la financiación autonómica". Y este es el otro vértice de las críticas a Hacienda, dado que a las autonomías les preocupa -sobre todo- cómo se va a efectuar la renovación de un modelo que lleva una década caducado.
En la misma línea se pronuncia la Comunidad Valenciana. Su consellera de Hacienda, Ruth Merino, habla de "falta de respeto" e insiste en que "los valencianos necesitamos la reforma del sistema de financiación".
Como ha contado este diario, Hacienda está perfilando una propuesta para las autonomías, pero por ahora sólo ha enviado algunos borradores que ha tenido que retirar. El último, el pasado 30 de enero, y levantó ampollas entre los técnicos de las consejerías de Hacienda.
Así que, ante las quejas, se ha dado un mes más para presentar nuevas propuestas.
Aunque no estará en el orden del día, algunos consejeros dan por hecho que el tema de la financiación autonómica saldrá a colación en las intervenciones individuales. Aunque sólo sea como un derecho al pataleo.
Eso sí, las regiones se llevarán en el bolsillo también el reparto de la recaudación del impuesto a la banca. Una distribución basada en el PIB, tal y como se establece en la norma de un tributo que entre 2023 y 2024 recaudó cerca de 3.000 millones de euros, según estadísticas de la Agencia Tributaria.
