Ronald Wayne es un absoluto desconocido para el común de los mortales. Su historia es la de alguien al que le cegó el miedo al fracaso. Es el cofundador ‘desconocido’ que toda gran empresa suele tener en su haber. En este caso, en Apple. Menos de un mes después de fundar la compañía en 1975, el directivo decidía salir y vender sus acciones: por el 10% de la compañía apenas ingresó 800 dólares de aquel entonces. Hoy valdrían más de 60.000 millones.
Su historia explica buena parte de la trayectoria bursátil de la compañía de la manzana, que este viernes cumple 40 años. Un recorrido en el que, pese a los vaivenes, se ha convertido en un gigante con la mayor capitalización de todas por encima de otros rivales como Google o Microsoft. Ha multiplicado por casi 219 veces su valor hasta superar los 109 dólares por cada una de los 5.500 millones de acciones que están hoy por hoy en circulación.
La burbuja 'puntocom'
Apple arrancó su historia como empresa en abril de 1976. Steve Jobs, Steve Wozniak y el propio Wayne ponían en marcha la firma. Cuatro años y medio después aterrizaba en bolsa en una salida un tanto tormentosa. Los reguladores de Massachusetts prohibían a los inversores particulares la compra de las acciones. La razón: ellos entendían que la OPV era “demasiado arriesgada”, pues se incluía entre compañías que “no tienen ganancias sólidas”.
La primera etapa en bolsa fue relativamente plácida si se ve con la perspectiva del tiempo. Pero hubo grandes hitos que afectaron de lleno a la cotización: como la salida en 1985 de Steve Jobs, que hundió la acción a casi la mitad en los meses siguientes, o su regreso doce años después.
El primer punto de inflexión fue a finales de esa década. La compañía llegaba al verano del año 1999 con un precio por acción de 1,6 dólares. Todo ello de acuerdo a los precios recopilados por EL ESPAÑOL en 'Bloomberg', que tiene en cuenta varios de los ‘splits’ (desdoblamiento de los títulos para que sean más numerosas pero valgan menos) que se han llevado a cabo en todo este tiempo.
Casi un año después, en mayo del 2000, tocaba su techo en plena ‘fiesta’ de los inversores justo antes del estallido de la burbuja 'puntocom'. Todas las compañías tecnológicas eran vistas como el ‘maná’. Tras seis meses de castigo, tocó su suelo. Y la travesía en el desierto se alargó durante cuatro años. En 2004 la acción comenzaba a despertar. A partir de ahí todo fue crecer.
Final de los 2000
La acción pasó de los 2 dólares en 2004 a superar los 12 a comienzos de 2007. Ese año fue clave para la compañía. El 29 de junio de ese ejercicio fue la presentación del iPhone. La acción ya cotizaba en 17 dólares. Era la antesala de las curvas de 2008 con el estallido de la crisis financiera.
Era la tormenta antes de la particular ‘fiesta’: el iPhone en pleno crecimiento, la presentación del iPad, la resurrección del Mac… Ni la salida en 2011 de Steve Jobs del cargo de primer directivo –por sus problemas de salud con el cáncer de páncreas-, ni tampoco su fallecimiento ese mismo año fueron motivos para dañar esa escalada.
Los dos últimos traspiés
El penúltimo tropezón en bolsa no tuvo nada que ver con causas ajenas, ni con el entorno… La razón había que buscarla dentro. Pesaban como una losa las dudas sobre su capacidad para innovar, para seguir creciendo y para extender el éxito de su producto estrella (iPhone) o al menos repetirlo con otro producto. La consecuencia: un duro desplome tras tocar techo en el último trimestre de 2012. De saltar los 100 dólares a la mitad a mediados de 2013.
A partir de ahí, vuelta a la recuperación de nuevo. Todo fue una fiesta hasta que a finales del pasado año 2015 volvieron las curvas. Se dejaron más de 200.000 millones de dólares de valoración bursátil en unos meses de duras caídas por las dudas especialmente con respecto a China, su mercado de mayor crecimiento.
Esa última tormenta ya pasó. Y ahora vuelven las subidas. Hoy por hoy la compañía tiene una valoración de 605.000 millones de dólares. Es la empresa con mayor capitalización del mundo, después de una dura pugna mantenida con Google durante todas esas dudas de los inversores (hoy el gigante del buscador suma 516.000 millones de dólares).
¿Y en el futuro? Los analistas viven en la euforia. Esperan que el precio suba más de un 30% en los próximos doce meses, según Bloomberg. Un nuevo ascenso en pleno 40º aniversario.