Es una de las ‘startups’ que más capital ha atraído en España, procedente de grandes fondos españoles y de inversores de la ‘jet’ española. Su campo de juego, el empleo en el móvil, ha vivido un particular terremoto en los últimos meses con el aterrizaje de varias aplicaciones con grandes cantidades de capital para expandirse. Y en este 2016, siete años y 35 millones de euros de inversión después, Jobandtalent da un golpe de timón. De estar enfocado a la gran empresa y los empleados más cualificados pasa a atacar el ya poblado segmento de los menos cualificados.
Su modelo: cobrar una comisión a las pymes por la contratación y los servicios como los ofrecidos por Empresa de Trabajo Temporal (ETT) tradicional. “Es un modelo que puede escalar muchísimo más”, explica Félix Ruiz, presidente ejecutivo de la compañía que procede de Tuenti, que cofundó en 2009. De su éxito dependerá una nueva ronda de financiación que negocian con varios fondos de capital riesgo extranjero que le otorgaría gasolina extra para crecer en una batalla que se antoja muy dura.
Orígenes de la empresa
La compañía fue fundada por Felipe Navío y Juan Urdiales, con la ayuda de Adejemi Ajao (cofundador de Tuenti). El primero trabajaba en la red social española y el segundo había fundado una compañía de comercio electrónico que vendió en 2008. Juntaron fuerzas y arrancaron Jobandtalent en 2009. Su propuesta diferencial: un algoritmo potente para ofrecer las mejores ofertas de empleo a los candidatos y los mejores profesionales a las empresas.
Y su modelo de negocio se basaba en dos pilares. La publicidad, tanto para promover los anuncios como para firmas que querían aprovechar los espacios para promocionar sus productos, y la recomendación de programas educativos específicos para los trabajadores. El reparto entre las tres vías era similar, con algo más peso para la relacionada con los cursos. Ya el pasado año, empezaron a probar un modelo transaccional en el que cobraban una comisión por contratación. Era el germen del modelo que se puso en marcha a principios de este año.
Con estos mimbres, la compañía logró cerrar el ejercicio 2014, el último que está disponible, con unos ingresos de algo más de un millón de euros (un 30% más que un año antes) pero con unas pérdidas que se triplicaron. La compañía descarta ofrecer guarismos actualizados, aunque sí confirma que el mercado español “se está haciendo rentable, aunque todos los recursos van destinados a crecer internacionalmente”, según Félix Ruiz. Hoy cuenta, de acuerdo a sus cifras, con 10,5 millones de usuarios registrados en sus cinco mercados principales (España, Reino Unido, México, Colombia y Chile) y más de 25.000 ofertas de empleo publicadas.
Entrada de nuevos actores
En la primera parte de 2015, dos nuevas compañías se conjuraron para hacer del trabajo temporal y ‘exprés’ en el móvil un negocio rentable. Primero fue Job Today, financiada por el fondo de inversión que acertó con Facebook en sus orígenes (Accel Partners). Luego se sumó la española CornerJob, con capital español. Ambas han seguido trayectorias distintas: probar en un mercado inicial y luego pisar el acelerador con 10 millones de dólares de capital listo para gastar.
En medio de esa batalla, Jobandtalent mueve ficha. Hasta hace muy poco, estaba enfocado a la gran empresa. “Teníamos un modelo que funcionaba pero consideramos que este puede escalar más”, explica el consejero delegado de la empresa, Félix Ruiz. Sin embargo, el foco se traslada a los empleos de menos cualificación (en el pasado trabajaban ese perfil, pero de manera menos activa) y con una novedad extra: actuarán como una empresa de trabajo temporal.
Una ETT 2.0
Ese es su valor diferencial respecto al resto de empresas del sector. No se trata sólo del pago por anunciar, sino por la contratación y los servicios añadidos. Cobran el 10% del salario bruto del trabajador reclutado, aportando servicios como la realización de todo el proceso legal de contratación o, incluso, el adelanto de un mes en el pago de nóminas.
Junto a esta vía transaccional, la empresa mantendrá la recomendación de los cursos de formación como el otro pilar del negocio. “La empresa, especialmente la pyme, hoy en día quiere algo más que simplemente publiques una oferta; quiere una serie de ventajas”, apunta Félix Ruiz. Según él, los inversores han respaldado totalmente este cambio. Sin embargo, fuentes cercanas a la empresa confirman que hubo un intenso debate interno antes de llevarlo a cabo.
La pregunta es si, realmente, han conseguido buenas cifras. Y la realidad es que la empresa se limita a decir que las conclusiones son positivas. “No puedo comentar las cifras pero ha arrancado muy bien”, resalta. El objetivo es que esta vía de ingresos represente, a corto plazo, la mayor parte de los ingresos.
La financiación, en juego
Del éxito de este cambio de modelo dependerá buena parte de la ronda de financiación que negocian desde hace meses. Tendrán que demostrar que su producto y su propuesta de negocio son suficientes para hacer crecer de manera significativa a la empresa. “Queremos incorporar a uno o dos inversores de referencia para que nos acompañen”, reconoce Ruiz.
No es algo nuevo. De hecho, acumulan meses de conversaciones con varios fondos. Éstas se interrumpieron mientras que, según apunta el consejero delegado, se completaba el cambio de modelo. Ahora su objetivo es superar los 20 millones de euros logrados el pasado año. ¿Cien millones es algo demasiado excesivo? “Esa cifra es demasiado alta”. Desde la empresa repiten el mismo mensaje: tienen caja y están reforzados.
Esta ronda llega en un momento un tanto delicado para el sector del capital riesgo destinado a ‘startups’. “Dentro de unos meses, muchas plataformas que salen sin una idea clara de monetización y sólo con la idea de crecer van a sufrir en las próximas rondas”, defiende Ruiz. Ése es el punto que, según él, marca la diferencia con otros momentos de más euforia. La rentabilidad, o al menos la capacidad para llenar la caja todos los meses, será clave.
Su punto de mira está puesto más allá de las fronteras españolas. En su accionariado cuentan, en la actualidad, sólo con inversores españoles. Hay fondos de capital riesgo con experiencia como Kibo Ventures, Qualitas Equity Partners o FJME Ventures. A estos le suman Nicolás Luca de Tena (el mayor inversor de La Nevera Roja) o Pelayo Cortina Koplowitz (hijo de Alberto Cortina y Alicia Koplowitz).
Una dura batalla por delante
Todas las armas serán pocas para dar la batalla en un segmento que se ha poblado (y lo hará más) en los últimos meses. Ese incremento de actores lo pondrá más difícil. La primera consecuencia será el encarecimiento de los costes de adquisición de los usuarios para cada una de las aplicaciones. “Obviamente se incrementarán pero si tienes un buen producto, donde los retienes y, a su vez, viralizas más el producto, los gastos de marketing son menores”, advierte el presidente de la compañía. Hay mucha tela que cortar para ver quién queda en pie después de esta primera ola.