La banca española cierra filas para sobrevivir al 'pay' de Samsung y Apple
La misión del pago móvil une a Caixabank, BBVA, Santander, Bankia, Sabadell, Popular o Kutxabank.
29 junio, 2016 02:36Noticias relacionadas
Controlan el 95% del mercado en España y se unen en un proyecto común: crear una solución de pagos a través del móvil “en tiempo real”. Lo que pudiera parecer el nacimiento de un cártel de libro -como temen las autoridades de competencia- es en realidad una alianza de última hora, por necesidad, para sobrevivir a la guerra de los pagos móviles que están ganando los ‘extrarrestres’ tecnológicos con los que tienen que competir. Y son Samsung, Apple, Google, Facebook, Amazon, Paypal…
Frente a la escuadra de multinacionales que crear la tecnología y ha creado el nuevo mercado -las transacciones a través del móvil-, la banca tradicional pretende defender su posición. También la española, que acaba de constituir la empresa Sociedad de Procedimientos de Pago, un proyecto con 100 millones de euros de inversión que se está construyendo Bizum, la nueva solución de pagos de la banca española que pretende estar en marcha en el cuarto trimestre de este año.
Detrás del proyecto están las 27 principales entidades bancarias del país, “unidas en esta apuesta por el impulso de una solución pionera a nivel europeo que integra el pago directo a particulares y comercios”, según la definición de sus promotores. Se trata de la nueva intentona por establecer algún tipo de respuesta masiva al avance imparable de servicios como Samsung Pay o Apple Pay, que cuentan con la ventaja de ser sistemas nativos que se pueden usar desde los propios dispositivos móviles.
Frente a ellos, los bancos tradicionales usarán como palanca Redsys, el sistema de procesamiento de pagos que usa la banca para operar con las TPVs en comercios, restaurantes y todo tipo de tiendas. Bizum está respaldado por Redsys, cuyo accionariado también está en manos de los principales banco españoles como Caixabank o Santander. El consejo de administración de Bizum (Sociedad de Procedimientos de Pagos) estará compuesto por CaixaBank, BBVA, Banco Santander, Banco Sabadell, Bankia, Banco Popular, Kutxabank y Unicaja.
También forman parte de Bizum, el Banco Cooperativo Español, IberCaja, Cajamar, Abanca, Bankinter, Banco Mare Nostrum, Liberbank, Caja Laboral, Evo Banco, Banca March, Cecabank, Caja Rural de Castilla la Mancha, Caja de Crédito de los Ingenieros, BNP Paribas Sucursal en España, Banca Pueyo, Banco Caixa Geral, Banco Mediolanum, Caja Rural de Almendralejo y Self Trade Bank.
El detonante de la alianza
La inesperada alianza de casi toda la banca llega después del cierre de Yaap, el proyecto de transferencias móviles y comercio electrónico que unía que Caixabank, Telefónica y Santander desde 2014 y que fue liquidado hace escasas fechas. Pero hay otros dos motivos que han elevado el nivel de alarma en la banca española. Desde el pasado 2 de junio, Samsung Pay está en activo en decenas de miles de terminales españolas del mayor vendedor de móviles durante años.
De hecho, España ha sido uno de sus mercados de debut. “Estamos orgullosos de que España es el primer mercado europeo en introducir Samsung Pay”, dijo el vicepresidente del grupo coreano, Celestino García. La mala noticia para los bancos es que el fabricante de los Galaxy o Gear no cobra comisión. Si lo hará Apple, que pretende establecer una comisión cercana al 0,15% por transacción, de forma similar a otros servicios de cobro en comercios como Square.
La CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) ya ha expresado su preocupación por las prácticas de la banca española y vigilará de cerca el proyecto Bizum. No obstante, fuentes del sector tecnológico señalan que en esta ocasión no hay caso, dado que la banca tradicional parece la parte más débil de los sistemas de pago móvil. Sin embargo, el supervisor que preside José María Marín Quemada ha puesto en su punto de mira a los bancos para el 2016.
En febrero ya abrió un expediente sancionador BBVA, Sabadell, Santander y Caixabank por “la existencia de posibles acuerdos anticompetitivos entre las entidades para la fijación de precios y el intercambio de información comercial sensible en relación con la contratación de derivados de tipos de interés utilizados como instrumentos de cobertura del riesgo de préstamos sindicados”. Dicho proceso todavía se encuentra pendiente de resolución y podría acabar en una multa millonaria.