¿Qué está pasando en Vueling?
Claves para entender qué sucede en la aerolínea: no tiene aviones suficientes para los vuelos ofertados, ni tripulantes, ni pilotos…
4 julio, 2016 12:19Noticias relacionadas
Una tormenta perfecta. Vueling se ha convertido, a su pesar, en la aerolínea estrella de las últimas horas: retrasos, cancelaciones, contratos de nuevos aviones, falta de tripulación suficiente, cambio de equipo directivo, falta de planificación de flotas y de plantilla… Y todo en el inicio de la temporada alta de las vacaciones de verano.
¿Cómo está la situación este lunes?
Siguen los retrasos y, por ahora, se desconoce si todos los vuelos que están planificados para hoy van a volar o no.
Según Aena, de los 48 vuelos que tenía programados Vueling entre las 6 y las 9 de la mañana de este lunes, una veintena ha despegado con más de media hora de retraso. Por ejemplo, el que iba a volar a París ha salido con una demora de más de dos horas y media. Sin embargo, hoy hay un menor goteo de pasajeros afectados que durante el fin de semana.
¿Cuántos vuelos se han visto afectados?
Sólo el domingo, Vueling anuló 19 vuelos. El sábado, otra veintena. Sin embargo, la compañía no informa sobre el número exacto de operaciones anuladas.
Indica, sin embargo, que en los últimos días también ha sufrido la huelga de controladores aéreos en Francia y que, sólo por eso, tuvo que realizar 56 cancelaciones que dejaron a 8.000 pasajeros en tierra. ¿Cuántos pasajeros se han quedado en total sin sus vuelos contratados? Por ahora, Vueling tampoco lo dice.
“Todos aquellos pasajeros que hayan sufrido una cancelación de su vuelo han sido reubicados en los siguientes vuelos disponibles o bien se les ha ofrecido el reembolso del importe del billete si han optado por no viajar”, afirma la empresa. “Esta misma opción ha sido facilitada también a los pasajeros que hayan sufrido un retraso de más de tres horas”.
¿Qué dice la compañía?
La compañía ‘low cost’ del grupo IAG, que también integran Iberia y British Airways, asume que sufre “debilidades en la planificación de la operación”. Reconoce así, en una carta que ha enviado a los empleados y que ha trascendido a los medios de comunicación que padece “motivos operacionales”.
¿Qué significa? Que la aerolínea ha programado y vendido más vuelos de los que tiene capacidad real de operar. Y que no tiene pilotos y tripulación suficientes para atenderlos.
Detrás de estos problemas internos también está un relevo en la cúpula. Javier Sánchez-Prieto sustituyó en la presidencia al anterior dirigente, Alex Cruz, que hace sólo tres meses dio el salto al equipo directivo de IAG, que cae en bolsa un 1,8%. De puertas adentro, la nueva dirección achaca la responsabilidad de lo que ocurre al anterior.
¿Qué ha hecho para solucionar la situación?
Contratar nuevos empleados y más aviones para intentar salir del caos que vive. El director comercial de la empresa, David García, ha explicado en una entrevista a Rac 1 que han tenido que contratar a 130 personas para atender los servicios de atención al cliente y conseguir dar respuesta a las quejas de los usuarios.
Además, la compañía va a reforzar su plantilla de pilotos con 34 profesionales externos y ha alquilado seis aviones para aumentar su flota. Un portavoz de Sepla, el sindicato de pilotos, ha explicado a EL ESPAÑOL que la opción de reforzar el número de pilotos está contemplado en el convenio de la empresa para casos extraordinarios, como lo vivido este fin de semana.
¿Qué dicen los trabajadores?
Los trabajadores de Vueling llevan meses advirtiendo del caos interno que vive la empresa. Por ejemplo, la sección de Vueling del Sindicato de Tripulantes Auxiliares de Vuelo de Líneas Aéreas, Stavla, ya aseguró a principios de junio que la aerolínea sufría una “falta de personal en la gran mayoría de sus departamentos” y una “planificación inadecuada”. Una situación que, en mayo, ya habían comunicado a la dirección de la empresa.
En las últimas horas, se ha hablado de una huelga encubierta por parte de los tripulantes de Vueling, una circunstancia que los sindicatos niegan. Señalan, en cambio, que en los últimos meses han vivido cambios continuos en sus jornadas laborales.
¿Qué hace el Ministerio de Fomento?
La Agencia Española de Seguridad Aérea (Aesa), que depende de Fomento, ya ha abierto expediente este fin de semana a Vueling para "para esclarecer el origen" del caos operativo.
Por otro lado, Aviación Civil, que también depende de Fomento, ha citado este lunes al presidente de Vueling “para escuchar sus explicaciones y sus planes para regularizar la situación".
Además, el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, ha sido contundente al afirmar que "ni Vueling ni ninguna otra compañía puede perjudicar a miles de viajeros so pretexto de una mala planificación". Adelantó que Aviación Civil pedirá “explicaciones y medidas correctoras inmediatas para que la situación se regularice con la máxima celeridad posible".
La ministra de Fomento, Ana Pastor, también se ha sumado a la petición de responsabilidades en plena operación salida. “Todos los usuarios estamos cubiertos por estas leyes y quien las incumple, cualquier compañía aérea, está vulnerando la ley. En España incumplir con los con los ciudadanos no le sale gratis a nadie", ha afirmado Pastor en declaraciones a RNE.
¿Y la Generalitat?
Vueling tiene su sede de operaciones en El Prat por lo que la Generalitat de Catalunya también ha pedido explicaciones. El Ejecutivo catalán ha convocado a la dirección de la aerolínea para que también le explique lo que está ocurriendo y lo soluciones cuanto antes. Tampoco descarta sanciones.
Además, a lo largo de la mañana del lunes, la Agencia Catalana de Consumo (ACC) desplazará a El Prat a técnicos de asesoramiento a quienes los usuarios afectados podrán hacer todas las consultas que consideren.
¿Qué pasa si ya si tengo un billete?
Los consumidores que se hayan visto 'atrapados' por el caos de estos días deben reclamar indemnizaciones a la aerolínea. Según informa la organización de consumidores Facua, no sólo se pueden pedir compensaciones genéricas (que van de 250 a 600 euros en función de la distancia del viaje) sino también otras relacionadas con la comida o la manutención.