Royal Bank of Scotland, el banco rescatado y participado en un 71% por el Gobierno del Reino Unido, ha presentado unas pérdidas de 2.050 millones de libras (2.690 millones de dólares) en el primer semestre de 2016, frente a los 179 millones de libras que perdió en el mismo periodo del año pasado. Estos resultados multiplican casi por 12 los registrados en el primer semestre de 2015, periodo en el que perdió, 179 millones de libras (211 millones de euros).
La entidad, rescatada durante la crisis financiera de 2008, tuvo que provisionar 1.300 millones de libras (1.500 millones de euros) para hacer frente a denuncias por la pasada venta indebida de seguros de protección de pagos, indicó en su nota.
El consejero delegado, Ross McEwan, aseguró sin embargo que el banco "está bien colocado" para afrontar la ralentización económica derivada del voto por el "brexit", en el referéndum del 23 de junio, y sigue comprometido en vender la red de sucursales de Williams & Glyn, en la que estaría interesada el Santander UK.
Desveló nuevos planes para deshacerse de su negocio Williams & Glyn ante una nueva fase de inestabilidad económica provocada por el voto del Reino Unido para abandonar la Unión Europea, según informó Reuters. En un movimiento inesperado, RBS también dijo que aparcaba sus planes para establecer una plataforma tecnológica independiente para su filial Williams & Glyn por su complejidad.
"El consejo concluyó que los riesgos y los costes inherentes al programa son tales que no sería prudente continuar con el mismo", dijo el banco en el comunicado. "En su lugar, RBS dará prioridad a la exploración de medios alternativos para una desinversión". El pasado martes, una fuente con conocimiento de la situación dijo a Reuters que el español Banco Santander ha presentado una oferta por Williams & Glyn, entidad especializada en la financiación de empresas.
El RBS, propiedad del Estado británico en un 73 %, debe vender Williams & Glyn antes del fin de 2017 como parte de las condiciones estipuladas en el marco del rescate de 45.000 millones de libras (53.100 millones de euros) que recibió durante la crisis financiera. La filial británica del español Banco Santander está interesada en hacerse con las sucursales, los cerca de dos millones de clientes y los activos de Williams & Glyn, aunque dejaría fuera del acuerdo la plataforma tecnológica en la que RBS ha invertido 1.200 millones de libras (1.416 millones de euros).
Esta es la segunda oferta de Santander UK sobre las sucursales del banco propiedad de RBS, después de que en 2012 se frustrara una operación valorada en 1.650 millones de libras (1.950 millones de euros), en parte por los problemas tecnológicos que involucraba la separación de los sistemas de Williams & Glyn y Royal Bank of Scotland. Un portavoz de Santader UK declinó hacer comentarios sobre "rumores o especulaciones del mercado".