Diez respuestas para entender por qué Bruselas 'dispara' contra la estructura fiscal de Apple
La tecnológica tendrá que abonar 13.000 millones por los impuestos no pagados en Irlanda desde 2001.
31 agosto, 2016 02:071. ¿Qué es lo que sanciona Bruselas?
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Lo primero, Bruselas no quiere hablar de sanción. “No es una multa”, repitió este martes en varias ocasiones la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, en su comparecencia ante los medios. Para Bruselas se trata de una ayuda de Estado. ¿Por qué? Porque Irlanda llegó a un acuerdo con Apple en 1991 para permitirle, a través de una compleja estructura fiscal, reducir su Impuesto de Sociedades al 1% (incluso menos unos años después) a cambio de que tuviera la sede social de sus filiales europeas en Dublín.
Hay que partir de que la isla tiene uno de los Impuestos de Sociedades más bajos de la Unión Europea, el 12,5%, algo que ha sido criticado en múltiples ocasiones por otros estados miembros. Pero el caso de Apple va más lejos. Básicamente: le hizo un traje fiscal a su medida. Le permitió, por ejemplo, en 2011 pagar 500 euros en impuestos por cada millón de beneficio. En 2014, fue aún menos, sólo 50 euros por cada millón, porque su Impuesto de Sociedades hecho a medida se redujo aún más, hasta el 0,005%.
Bruselas habla de ayuda de Estado porque Irlanda sólo permitió esas condiciones a Apple, como si fuera una subvención creada ‘ad hoc’ para la empresa de la manzana. Por eso, actúa Competencia, que se dirige directamente al Ejecutivo irlandés: le ordena que reclame a Apple los 13.000 millones de euros que la tecnológica no ha pagado en impuestos desde el año 2003.
2. ¿Por qué le pide impuestos sólo desde 2003 si el acuerdo fiscal con Irlanda es de 1991?
Apple e Irlanda llegaron a un acuerdo, un ‘tax ruling’, en 1991. Un pacto que, hasta este martes era un secreto para los ciudadanos europeos. Bruselas lleva investigando formalmente cerca de dos años, desde 2014, aunque sus primeras indagaciones, sus primeras peticiones de información a Apple, las realizó un año antes. Y esa es la fecha de partida.
La Comisión Europea sólo puede ordenar la recuperación de ayudas ilegales durante el periodo de diez años anterior a la primera solicitud de información, así que lo que ocurrió entre 1991 y 2002, los impuestos que Apple no pagó durante esa década, no son recuperables. No se los puede reclamar.
3. ¿Por qué está Apple en Irlanda y no en otro país?
Porque Irlanda es un polo de atracción de empresas vía fiscalidad amable. Por un lado, tiene un Impuesto de Sociedades sustancialmente más bajo que en otros países comunitarios. Allí es del 12,5% mientras en España es (formalmente) del 25%. E Irlanda fue el país donde Apple decidió construir su primera fábrica en Europa, en la localidad de Cork.
Pero hay más. Irlanda construye ‘tax ruling’ o acuerdos específicos con compañías para rebajar otro escalón su factura fiscal. Otros países también lo hacen, como Luxemburgo, que tiene acuerdos similares con Amazon o McDonald’s. Esos acuerdos no son públicos y son legales, según reconoció la comisaria Vestager. El problema es que favorecen a unas compañías frente a otras y a unos países respecto a otros y, por eso, Competencia puede investigarlos.
El caso de los impuestos en Irlanda es tan específico que tiene una figura propia: el doble irlandés. Consiste en que las ventas de una compañía en un país europeo se trasladan hasta una matriz irlandesa, argumentando que son pagos por propiedad intelectual. No acaban allí. Desde Irlanda pueden desviarse en forma de dividendo a Holanda (se conoce como sándwich holandés) o hasta un paraíso fiscal más lejano, como Bermudas.
4. ¿En qué consiste el 'truco' fiscal de Apple?
La estrategia fiscal de Apple en Europa es muy compleja, pero Bruselas denuncia una operación en concreto, la que se realiza a través de dos filiales con sede en Irlanda, Apple Sales International y Apple Operations Europe, que envían sus beneficios, casi sin tributar (pagan un insignificante 0,005%) a otra sociedad extranjera “que sólo existe en el papel”, según denuncia la UE. Aunque no determina el país en el que se encuentra esta sociedad, Irlanda tiene un acuerdo con Bermudas por el que puede transferir los activos sujetos a derechos de propiedad sin pagar impuestos, por lo que es posible que se encuentre aquí, ya que Apple genera muchos beneficios por la propiedad intelectual.
Además, la Comisión también denuncia que “el tratamiento fiscal en Irlanda permitió a Apple evitar el pago de impuestos de casi todos los beneficios generados en el Mercado Único Europeo”. Esta operación es, de nuevo, el ‘café irlandés’.
Esto es ilegal, porque cada compañía tiene que pagar en cada país por los beneficios que genere: Lo que hacen es montar una filial en el país que es un mero ‘comisionista’, aunque no lo sea, para no facturar las ventas y sólo cobra como intermediario. De este modo, la facturación por la que tributa es ridícula en comparación con el volumen total de su negocio y el resto se va directamente a Irlanda. Según los cálculos del Financial Times, en torno al 90% de los beneficios que genera Apple en el extranjero se facturan a través de las dos sociedades irlandesas, que tienen los derechos intelectuales de la compañía.
5. ¿Hay multinacionales con acuerdos similares?
No. La gran mayoría de multinacionales mantienen estos pactos con diferentes países de la Unión Europea. Hasta el año pasado eran secretos. A principios de año, la Comisión confirmó un paquete de medidas para bloquear la ingeniería fiscal de los grandes grupos, entre las que se encuentra la transparencia entre autoridades tributarias nacionales, con el intercambio de información sobre beneficios e impuestos pagados país por país de cada compañía.
En el último año, la Comisión ha rechazado los pactos fiscales de Holanda con Starbucks, de Luxemburgo con Fiat o de Bélgica con 35 compañías. Quedan pendientes de dictaminar los de Amazon y Mcdonald´s con Luxemburgo, que se encuentran bajo investigación.
6. ¿La decisión es definitiva?
No. Tanto Apple como Irlanda ya han anunciado su intención de apelar la decisión de Bruselas, así que la sanción de la Comisión acabará en los tribunales comunitarios, por lo que no será definitiva hasta dentro de varios años.
Además, es posible que los 13.000 millones no vayan a Irlanda, porque otros Estados pueden reclamar parte de esa suma a Apple en concepto de impuestos impagados en cada país. De hecho, Vestager instó a hacerlo, al asegurar que las investigaciones y la documentación que ha recabado la Comisión en estos dos años está a disposición de las autoridades fiscales de cada país.
7. ¿Y por qué apela Irlanda?
Porque está en cuestión todo el sistema fiscal que ha construido para las multinacionales. Este caso no son sólo impuestos, va mucho más allá. Como contexto, los 13.000 millones de euros que Bruselas insta a Irlanda a recuperar equivalen, prácticamente, al 5% de su Producto Interior Bruto (PIB) nominal en 2015. Su deuda pública alcanzaba a finales de 2015 el 93,8% del PIB y su gasto público ronda los 75.000 millones, así que recibir esa suma sería, en teoría, como maná caído del cielo.
Pero si esta decisión cambia el esquema con el que opera Apple a través de Irlanda, el de otras multinacionales puede ir detrás y podría dejar de ser un país atractivo a la hora de atraer sedes fiscales. Además el momento es clave, dado que Dublín se está posicionando como alternativa a la ‘city’ londinense para atraer empresas tras el ‘brexit’. Quiere ser la puerta de entrada a la Unión Europea y, sin el atractivo fiscal, pierde gancho.
8. ¿Puede Apple pagar esa cantidad?
Si hay un empresa que no tiene problemas de liquidez es Apple. Tiene más de 207.000 millones de euros en caja. Podría pagar la multa en un minuto, si quisiera. Pero esa caja también es polémica.
La mayoría de esos millones los tiene fuera de Estados Unidos y si decide repatriarlos tendría que pasar por la Hacienda estadounidense, algo que no está en sus previsiones. De hecho, la compañía dirigida por Tim Cook ha preferido pedir prestado al mercado, a través de emisiones de deuda, antes que repatriar esos fondos y así pagar impuestos. Unas emisiones que ha utilizado tanto para pagar dividendo, como para recomprar acciones. La repatriación de dividendos es, de hecho, uno de los temas económicos que se ha colado en la campaña electoral de Estados Unidos de cara a las elecciones de noviembre.
9. ¿Qué dice Apple?
Que ella no ha pedido ningún trato a favor por parte de las autoridades irlandesas. “Nunca pedimos y nunca recibimos ningún tipo de tratamiento especial", aseguró este martes el consejero delegado, Tim Cook, en una carta en respuesta a la decisión de Bruselas. Una misiva crítica en la que deja entrever que la Comisión se extralimita "La Comisión ha iniciado una campaña para reescribir la historia de Apple en Europa, ignorar las leyes fiscales de Irlanda y de paso cambiar radicalmente el sistema internacional en materia tributaria”, critica.
Y asume que, el suyo, no es un caso único. Reconoce que ha recibido “el mismo tipo de asesoramiento que recibe cualquier otra empresa con presencia en el país [Irlanda]". Apple afirma que "cumple con la ley”. “Pagamos todos los impuestos que debemos, en Irlanda y en todos los países en los que operamos”.
10. ¿Cómo ven esta ‘sanción’ en Estados Unidos?
Por el momento no hay reacción oficial por parte de las autoridades estadounidenses. Sin embargo, hace sólo unos días ya dejó clara su posición. Lo hizo a través del Departamento del Tesoro. Acusó a la Unión Europea de llevar a cabo una cruzada contra la evasión fiscal que puede provocar “perturbadores precedentes en la política fiscal internacional”.
No se refería sólo a Apple, también a Amazon, Starbucks o McDonalds, compañías que también mantienen acuerdos fiscales específicos. Además, el Tesoro estadounidense criticó a Vestager por aplicar las normas de forma retroactiva y tener en el punto de mira fondos que, a su juicio, tienen que ser reclamados por las autoridades fiscales estadounidenses y no por las europeas, al ser una compañía norteamericana. Según el Tesoro, el camino emprendido por Bruselas puede ser un freno para las inversiones de Estados Unidos en Europa.