Menos ingresos y beneficios, pero también menos deuda. Telefónica cerró los nueve primeros meses con una reducción de los ingresos de un 6,7% hasta los 38.315 millones de euros y también de los beneficios en un 22% hasta los 2.225 millones. El peso de las divisas sigue siendo clave en esta caída. Con todo, la compañía logró que la deuda, uno de los grandes lastres en su cuenta de resultados, cayera casi un 5%. Para seguir recortándola, la empresa ha anunciado una rebaja importante en el dividiendo que pagará a sus accionistas para este año y el próximo.
La reacción en bolsa de los inversores ante estos resultados económicos y la decisión de reducir el dividendo no se ha hecho esperar. Las acciones de la compañía caen casi un 4%.
Los ingresos de la multinacional española se situaron entre enero y septiembre en los 38.315 millones de euros, lo que representa un 6,7% menos en términos reportados, pero un 0,8% más en términos orgánicos (excluyen algunos aspectos como el impacto del tipo de cambio de divisas, la hiperinflación en Venezuela o los cambios en el perímetro de consolidación) que en el mismo periodo del año anterior.
En el tercer trimestre del año, Telefónica obtuvo un beneficio neto de 983 millones de euros, un 38,5% más que los 710 millones de euros de hace un año, mientras que su facturación se redujo un 5,9%.
El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha remarcado que los resultados del tercer trimestre muestran "una aceleración del crecimiento" en las principales variables operativas, impulsadas por una mejora generalizada de las distintas unidades de negocio.
Rebaja de deuda
En cuanto a la deuda, la compañía la ha reducido hasta situarla por debajo de la barrera de los 50.000 millones de euros respecto al tercer trimestre del año. En concreto, en los 49.984 millones, frente a los 52.568 millones a 30 de junio. La compañía destaca varios factores: la generación de caja por importe de 1.500 millones de euros en el trimestre, las desinversiones financieras netas (360 millones) y el menor valor en euros de la deuda neta en divisas (188 millones).
En concreto, el ratio de endeudamiento de la empresa se sitúa en 3,05 veces Oibda (beneficio antes de depreciaciones y amortizaciones). Son 15 décimas menos que lo registrado en junio de 2016 (3,2 veces). Antes del bloqueo de la venta de O2, la empresa se había comprometido a colocar ese ratio en 2,35.
Aun así, este recorte en la deuda financiera ha sido mayor de lo esperado por analistas. En concreto, hasta casi 1.400 millones de euros superior a la cifra que se manejaba en el mercado.
Reducción del dividendo
La compañía ha tomado una primera decisión para la reducción de deuda: rebajar el dividendo para el próximo año. Este ejercicio 2016, repartirá 0,55 euros por acción. Pero para 2017 la rebaja es aún mayor: 0,40 euros. Los dos objetivos: "Fortalecer el balance, acelerando sustancialmente la reducción de deuda y remunerar de forma atractiva al accionista con una rentabilidad por dividendo consistente con el mercado y un 'payout' sostenible".
Ante la CNMV, asegura que esta decisión se produce en un contexto de "mejora generalizada del entorno operativo". Insiste en que los ingresos de servicio mantienen el ritmo de crecimiento del trimestre anterior y los márgenes se expanden, mientras que percibe una "significativa reducción del impacto adverso de divisas". Según Álvarez-Pallete, el fin es "fortalecer el balance e intensificar el desapalancamiento orgánico, manteniendo una remuneración atractiva a sus accionistas".