Tras años de pérdidas millonarias, la mayor aceitera española acelera en la venta de activos. Deoleo, dueña de marcas como Koipe o Carbonell, ha anunciado la venta de la planta con la que contaba en la localidad malagueña de Antequera por 7 millones de euros. La operación, que tiene por objeto reducir la estructura de la compañía, ha supuesto una pérdida para la empresa de 4 millones.
Rosalía Portela, exconsejera delegada de ONO, aterrizó el pasado mes de septiembre como presidenta ejecutiva del grupo. Cogió las riendas en una reorganización de la cúpula que tiene por objetivo "la gestión eficiente de procedimientos y el control de costes".
Un mes después llegan las primeras medidas. El consejo acuerda la venta al Grupo Dcoop (Hojiblanca) de las instalaciones de Antequera y la subrogación de la plantilla que trabajaba en ella.
Desde la compañía justifican que es necesario adoptar otras medidas "imprescindibles" para ajustar su estructura industrial, que actualmente se encuentra utilizada en torno al 36% de su capacidad de producción, y de su organización a las necesidades del negocio para mejorar su competitividad.
Cierre de su fábrica en Italia
Junto a la desinversión de la planta de Antequera, la dirección de la firma aceitera ha presentado ante el Ministerio del Lavoro el expediente relativo al cierre de la planta de Inveruno, que afecta a 98 trabajadores, que representan aproximadamente el 13% de la plantilla total del grupo.
Deoleo ha explicado que esta medida se debe a razones "productivas, organizativas y económicas" y que ambas decisiones servirán de palanca para el crecimiento futuro de la compañía.
Pérdidas repetidas durante años
La compañía cotizada, en manos del fondo de capital riesgo CVC (dueño del 50% de sus acciones), acumula años de grave crisis y de millonarias pérdidas en su balance.
La compañía cerró el ejercicio 2015 con unas pérdidas de 61,3 millones de euros, mientras que logró una facturación de 817,3 millones de euros, un 5,7% más que en 2014.