La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha anunciado este jueves que el Ayuntamiento sancionará a las plataformas estadounidenses Airbnb y HomeAway con 600.000 euros a cada una por seguir anunciando pisos turísticos sin licencia. Tanto una como otra se muestran dispuestas a dialogar, pero anuncian su intención de apelar esta decisión.
El Ayuntamiento ha asegurado en un comunicado que ambas empresas ignoraron el primer requerimiento de la administración para que dejaran de anunciar pisos turísticos ilegales y facilitaran los datos de estos alojamientos, por lo que ya se les impuso una sanción de 30.000 euros a cada una.
Como han continuado con esta actividad, la infracción pasa de ser grave a muy grave, por lo que se ha fijado una sanción de 600.000 euros para cada una, el máximo previsto por la Ley de Turismo.
Los expedientes ya se han firmado y próximamente se notificarán las multas, que se ajustarán a la cantidad de número de anuncios publicados --3.812 Airbnb y 1.744 HomeAway--, el beneficio económico que obtienen, su posición dominante en el mercado y la reincidencia en la infracción.
En cuanto a otros portales que anuncian alojamientos turísticos en Barcelona, continúa la tramitación de un expediente administrativo para imponer una sanción máxima de 30.000 euros a nueve plataformas que no atendieron los requerimientos de información del ayuntamiento: Housetrip, 9 flats, Fotocasa, Onlyapartments, Open House, TripAdvisor, Niumba y Rent4days.
Airbnb ya advertía en septiembre que se negaba a ofrecer datos de aquellos anfitriones que no tiene permiso de alquiler turístico. ¿Su razón? "Va contra las regulaciones de Bruselas". Su director en España y Portugal, Arnaldo Muñoz, se había mostrado dispuesto en aquella fecha al diálogo. Dado el resultado final, no ha surtido efecto.
Más diálogo, pero recurrirán
Las dos compañías han mostrado su intención de mantener el diálogo con la administración liderada por Ada Colau. "Airbnb es parte de la solución en Barcelona y quiere ser un buen aliado de las ciudades y seguirá buscando el diálogo con el Ayuntamiento", explica un portavoz, que ha calificado de "triste" esta decisión.
Sin embargo, las dos han anunciado su intención de recurrir la decisión. De hecho un portavoz de Homeaway, que ha lamentado que se haya dado a conocer este expediente sancionador como una multa firme, advierte: "Homeaway tomará las medidas oportunas, incluso judiciales, en defensa de su posición". En este sentido, incide en la postura mantenida en los últimos meses: "La obligación de las plataformas no es realizar el control y verificación de la oferta, sino la retirada efectiva de aquellos contenidos publicados por terceros que vulneran la ley".
700 millones en Barcelona
Esta compañía hizo balance el pasado mes de marzo de su negocio en Barcelona. La plataforma de alojamiento defiende que el impacto económico de su actividad en la ciudad condal alcanzó los 740 millones de euros, casi seis veces más que en 2013. De esa cantidad, casi siete de cada diez procedieron del gasto en comercios y servicios de la ciudad, mientras que el resto correspondieron al pago de las tarifas a su anfitrión.
Los anfitriones de Airbnb, que pasaron de 4.000 en 2013 a 9.200 el año pasado y que tienen una media de edad de 30 a 50 años, alquilan sus espacios disponibles durante una media de 58 días anuales --unos cinco por mes--, y por ello reciben un ingreso medio de 5.100 euros al año.
Seis veces el beneficio de su filial
El gigante de los alojamientos turísticos Airbnb ha declarado su primera caída de ingresos en la sociedad filial con la que opera en España. En total ingresó 2,6 millones de euros, después de que tocara techo en 2014. La compañía dueña de la principal plataforma de alquiler sigue concentrando el grueso de su negocio en Irlanda, como sucede en las principales tecnológicas. En los cuatro últimos ejercicios ha tenido bajo inspección todos los impuestos, sin que ninguna haya acabado en sanción.
Esos 2,6 millones de euros representan unos 100.000 menos que hace tan sólo un año y acarrea la primera caída en un momento de pura expansión en su actividad de intermediación entre oferta y demanda de apartamentos turísticos, según sus propias cuentas.