El año 2016 pasará a la historia por la unión de los ‘pequeños’ en el sector de las telecomunicaciones en España frente a los tres grandes. Másmóvil hizo de maestro de ‘ceremonias’: adquirió a Pepephone y Yoigo. Tras culminar la compra de ambas y en pleno inicio del proceso de digestión, su consejero delegado, Meinrad Spenger, lo tiene claro: “La venta de Másmóvil no es un escenario probable, ni buscado”. Ni de un comprador español, ni de uno internacional. El operador reconoce que la regulación actual, con una clara intención de contar con un cuarto operador fuerte, no es un abono para ello.
Spenger y su equipo aún se recuperan del triple salto mortal completado en junio: sacar la chequera para ‘comerse’ a Yoigo y crear, junto con Pepephone, una ‘teleco’ de más de 1.000 millones de euros de facturación al año. Y ese salto implicó un esfuerzo titánico para reunir 800 millones de euros: 480 millones en deuda y 420 en deuda. Ahora, la compañía digiere este movimiento.
¿Puede ser este el movimiento previo a una operación mayor de venta a otro de los gigantes? No. El último acuerdo comercial de Orange con la operadora amarilla fue interpretado como un acercamiento importante entre ambos. El consejero delegado de la francesa, Laurent Paillassot, se limitó a explicar durante su última comparecencia para presentar las cifras: “El regulador quiere un cuarto operador”. Y es justo el mismo mensaje que traslada su homólogo en la española.
Esos impedimentos de la CNMC son también señalados por el directivo austríaco de Masmovil: “Habría un impedimento regulatorio”. Y no sólo por esa pretensión de Competencia de contar con un cuarto operador fuerte. Se une un impedimento legal: Orange cedió el año pasado unos activos de ADSL y fibra a la compañía española tras su compra de Jazztel. “Y Orange no puede comprarlos durante unos años”.
Pero más allá de obstáculos legales, no quiere oír hablar de venta en España. Su equipo directivo entiende que no es el momento de plantear una salida en plena reestructuración y acoplamiento de todas las sociedades en el grupo. Según Spenger, el operador es “un proyecto de crecimiento y no se plantea una venta ahora mismo”. “Queremos crear y consolidar un operador independiente y eso implica una gestión a largo plazo”, apunta.
¿Y un operador extranjero?
Si se descarta Orange, la duda es si tendría sentido la entrada de un operador extranjero mediante la adquisición del operador. Es la estrategia que ha seguido, por ejemplo, la operadora estadounidense AT&T en México (ha adquirido el tercer y cuarto operador) tras lo que se ha desatado una guerra de precios que ha dañado a Telefónica. La regulación es, según el CEO, el mayor impedimento. “No parece nada probable que ningún operador extranjero quiera participar o pueda participar en Másmóvil, aunque sea un proyecto muy atractivo… Porque la política de la Comisión Europea y el regulador se centra en el objetivo de tener cuatro operadores fuertes como en España y en otros países”.
No parece nada probable que ningún operador extranjero quiera participar o puedan participar en Másmóvil
Pero, ¿ha habido interés de algún operador tras los movimientos de adquisición? “No ha habido conversaciones con terceros en ningún momento… La venta no es un escenario probable, ni buscado por parte de Másmóvil”, apunta.
¿Subida de tarifas?
Con todo, la empresa continúa con su estrategia de mantener bajas sus tarifas, tras varias subidas de los competidores más grandes. ¿Se podrá mantener? “Si cambian las circunstancias se verán, pero subir tarifas no es nuestra política ni es nuestra intención”, apunta Spenger.
Los factores externos son los que pueden, según él, marcar las decisiones futuras en el terreno de los precios. “Hoy por hoy sí son sostenibles, pero hay que ver el panorama y qué precios habrá para el acceso a la red de fibra de Telefónica. En este sentido, ya reivindicó el pasado mes de septiembre en los encuentros del sector que deberían contar con ‘peajes’ inferiores a los de sus grandes competidores: Vodafone y Orange.
Ni hablar de producir contenidos
Otro de los puntos calientes en el sector hoy es el de los contenidos. Es una gran batalla donde los principales operadores están echando el resto, pese a la dificultad para rentabilizar toda la inversión. Másmóvil no ha subido a ese carro, ni lo hará. Al menos, por ahora.
Hoy cuenta con un acuerdo comercial con la española Wuaki, que ofrece un servicio adicional de vídeo bajo demanda. Y como este habrá más. “Nos vemos más como facilitador, como ayudante para que los clientes puedan encontrar, sin obligarles a pagar nada de lo que no necesita”, resalta el consejero delegado.
Nuestra misión no es la de subvencionar otros sectores con cuotas que no parecen razonables
Él está convencido de que no hay necesidad de producir contenido propio “ni pagar comisiones millonarias por tener acceso a contenido”. “Nos vemos más como agregador de contenidos y no como empresa de contenidos”, resalta. Y remacha, en relación a los precios del fútbol: “Nuestra misión no es la de subvencionar otros sectores con cuotas que no parecen razonables”.
Euforia de los analistas
Al margen de las operaciones corporativas, la compañía se encuentra en un momento dulce en bolsa. Desde el mes de septiembre, la acción se ha encarecido casi un 20%. Pese a ello, los que están realmente eufóricos son los analistas que siguen a la empresa. Esperan una revalorización mucho mayor. Su previsión: una subida del 24% en los próximos doce meses.
Especialmente llamativo es el caso de Haitong, uno de los mayores bancos de inversión y casa de valores de China. Entra a analizar a la ‘teleco’ y lo hace a lo grande: fijó un precio de 39,10 euros, un 33% más respecto al nivel actual.
Hoy su capitalización en bolsa es algo superior a los 500 millones de euros y se mantiene así desde hace varias semanas. Durante la primavera del año que viene, según los últimos planes de la empresa tras diversos retrasos, saltará al mercado continuo desde el ‘mercado de las pymes’ (Mercado Alternativo Bursátil).
En su accionariado mantiene el núcleo duro: Providence (18%), la familia Ybarra (17,1%), cofundador de Ibercom y vicepresidente de la compañía, José Eulalio Pozo (6,7%), la firma del grupo Neosky (5,9%), la gestora de capital riesgo de la aseguradora Caser (3,7%) y el fondo de capital riesgo Inverady (2,70%).
Pero en las últimas semanas se han sumado al accionariado algunos inversores institucionales destacados. Es el caso de Pactio Gestión, sociedad de Joaquín del Pino, uno de los hermanos de Rafael del Pino (presidente de Ferrovial), que controla un 0,4%. Gana muchas posiciones la gestora de activos Fidelity Management, que hace crecer su posición hasta alcanzar un 0,6%.