Cronología para no perderse en el 'diselgate' de Volkswagen
Desde que saltó el escándalo en septiembre de 2015, el grupo alemán ha pasado por sanciones y por los tribunales, pero no ha sido castigado por los consumidores.
8 diciembre, 2016 14:10Noticias relacionadas
Hoy Bruselas ha iniciado un expediente sancionador contra siete países, entre ellos España, por no sancionar a Volkswagen a causa del escándalo de los coches manipulados. Ha pasado más de un año desde el inicio del escándalo del 'dieselgate'. Esta es una guía para no perderse con lo sucedido a lo largo de estos meses.
El inicio. 18 de septiembre de 2015, La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA en sus siglas en inglés) desveló que Volkswagen había manipulado durante años el funcionamiento de motores diésel cuando los ponía a prueba para medir sus emisiones. ¿En qué consistía? Los vehículos contaban con un software que permitía reducir las emisiones contaminantes durante los test oficiales a los que se tenían que someter los vehículos. Una vez en carretera, ese software se desactivaba y las emisiones contaminantes se disparaban.
Asumir la culpa. Una semana después de destaparse el escándalo, el gigante alemán reconoció que no se trataba de un problema puntual en Estados Unidos. En total, 11 millones de vehículos han circulado con el software manipulado y la mayoría de ellos, en Europa. También en España. Y no sólo eran coches Volkswagen, también de sus otras marcas: Audi, Seat, Skoda... Asumir su responsabilidad conllevó reacciones inmediatas. La primera, la necesidad de provisionar inmediatamente más de 6.000 millones de euros con los que hacer frente a la reparación de los vehículos.
La dimisión. Al mismo tiempo que Volkswagen asumía que había defraudado a los consumidores, llegaron las dimisiones. A finales de septiembre de 2015, el máximo responsable de Volkswagen, Martin Winterkorn, anunció su marcha. “Me encuentro en estado de shock por los sucesos de los últimos días. Por encima de todo, me siento estupefacto ante la posibilidad de que una mala práctica de esta envergadura sea posible en el Grupo Volkswagen ”, aseguró Winterkorn. De sus palabras traslucía que la máxima dirección no conocía lo que ocurría y todavía se desconoce quién fue el máximo responsable de lo ocurrido. Winterkorn fue sustituido en el cargo por Matthias Müller.
La reacción del Gobierno español. El Ministerio de Industria, Energía y Turismo constituyó el 24 de septiembre un grupo de trabajo, encabezado por el después dimitido ministro José Manuel Soria. El objetivo era analizar "minuto a minuto" todo lo que estaba sucediendo. De ese grupo de trabajo no trascendieron sanciones a la compañía alemana pero sí medidas cautelares para suspender cualquier venta de coches con los motores trucados.
Las cartas. En octubre de 2015, José Manuel Soria se cruzó correspondencia con el vicepresidente mundial de Volkswagen, el español Francisco García Sanz. En ellas, el directivo exigió al ministro que retirase la medida cautelar contra los coches afectados. Si no lo hacía podrían correr peligro las inversiones de la multinacional alemana en España. Volkswagen tiene plantas en Navarra, donde fabrica el VW Polo; y en Barcelona, donde produce el Seat León y el Ibiza. Cuatro semanas después, el Ministerio levantó la medida pero sólo a la mitad de los vehículos previamente fijados y por razones técnicas.
Reparaciones. A principios de 2016 el fabricante de vehículos comunicó que iba a reparar el software de todos los vehículos afectados. ¿Cuántos había en España? Casi 700.000 unidades entre todas sus marcas. Los vehículos han tenido que ir pasando por el taller pero sus propietarios no han recibido compensación por parte de la compañía.
Sanción millonaria en Estados Unidos. Volkswagen llegó a un acuerdo judicial para pagar a sus clientes en Estados Unidos. En concreto, se comprometió a abonar 14.700 millones de dólares. De esa cifra, unos 10.000 millones de dólares se reservaron para recomprar los vehículos trucados de aquellos clientes que lo solicitasen. Otros 2.700 millones para compensar a la EPA, la agencia medioambiental de EEUU, por los daños medioambientales.
Sin efecto en las ventas. Los consumidores no han dado la espalda a Volkswagen a pesar del engaño. En España, la filial responsable de la distribución de VW, Audi y Skoda, Volkswagen Audi España, S.A. (Vaesa), cerró 2015 con una cifra de ingresos de 3.053 millones de euros, un 18% más que en 2014. A nivel mundial, sus resultados se resintieron porque, al final, tuvo que provisionar más de 16.000 millones. Como consecuencia, cerró 2015 con pérdidas por valor de 1.500 millones. Sin embargo, sus ventas en volumen no han sufrido.
Y sin castigo en bolsa. Desde que saltó en escándalo, Volkswagen ha tenido momentos agridulces en bolsa. Llegó a tocar mínimos desde 2011. Pero hoy vale mucho más que en septiembre de 2015. En concreto, un 14% más. Volkswagen ‘cuesta’ hoy en el parqué más de 66.000 millones de eutos.
Imputación en la Audiencia Nacional. En julio de 2016 el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno imputó a Volkswagen por el fraude de las emisiones de sus motores diésel. En un auto, el magistrado acordó iniciar un procedimiento contra la compañía alemana Volkswagen AG en calidad de investigada (antigua imputación) por presuntos delitos contra el medio ambiente, fraude que causa perjuicio a una "generalidad de personas" y fraude de subvenciones.
La sentencia particular. En España, los clientes afectados por el fraude de Volkswagen han tenido que ir a los tribunales de forma particular. Y, por el momento, sólo hay una sentencia a favor de los consumidores afectados. A finales de octubre de este año, un juzgado de primera instancia de Valladolid condenó a Volkswagen a indemnizar a un afectado con 5.006 euros. Antes de esta sentencia, otras cinco resoluciones anteriores habían dado la razón al grupo alemán.
Bruselas castiga a los países que no hicieron nada. La Comisión Europea abre un procedimiento de infracción contra siete estados miembros (España, Alemania, Reino Unido, Grecia, Lituania, Luxemburgo y República Checa) por incumplir las obligaciones comunitarias en materia de homologación de vehículos. En el caso de Alemania, España, Luxemburgo y Reino Unido, que homologaban ciertos modelos de Volkswagen para su venta en el mercado único europeo, la Comisión Europea les reprocha no haber aplicado sanciones a pesar de saber, desde el pasado mes de septiembre, que la compañía utilizaba un software ilegal.