Fue una batalla cruenta. Una lucha entre los dos competidores que controlaban el 80% del mercado de la entrega de comida a domicilio a través de plataformas online. Y el enfrentamiento pasó factura en donde más duele: la cuenta de resultados. La filial española de Just Eat duplicó sus pérdidas durante el pasado año 2015, cuando pugnaba con La Nevera Roja por crecer justo antes de adquirirla. Superaron la barrera de los 10 millones de euros, cuando sus ingresos apenas se quedaron en los 7 millones.
En febrero de 2015, la ‘fábrica’ de startups alemana Rocket Internet sacaba la chequera para hacerse con La Nevera Roja por 80 millones. Era una demostración de fuerza en una operación que, a la postre, representó una subasta histórica. Con este movimiento se metía presión a Just Eat. Uno de sus enemigos en Europa aterrizaba en España con fondos de sobra para invertir en conquistar más clientes.
Pérdidas en sus cuentas
Y Just Eat pisó el acelerador. Y tanto que lo pisó: según sus propias cuentas, recién presentadas en el Registro Mercantil, pasó de 5,7 a 10,1 millones de euros de gastos en “Publicidad y Propaganda”. Es, con amplia diferencia, el principal desembolso en todo el año, casi triplicando al de personal (cerró el año con 100 trabajadores frente a los 63 de un año antes).
Ante las pérdidas en las que ha incurrido en los últimos años, la compañía durante los dos ejercicios pasados -2014 y 2015- ha recibido aportaciones de 18 millones de euros de su único socio, la matriz de la compañía con sede en Reino Unido.
Realmente la filial española ejerce como una franquiciada de la matriz con sede en Reino Unido. Ese contrato le permite explotar la marca Just Eat y determinados intangibles por duración indefinida, a cambio de una remuneración equivalente al 15% de sus ingresos a partir del momento en que la sociedad genere beneficios. Eso aún no ha sucedido aún.
¿Qué consecuencias tuvo la batalla en el otro contendiente? Es imposible saberlo, porque la sociedad de La Nevera Roja (Grupo Yamm Comida a Domicilio) no ha presentado las cuentas del año 2015. En el ejercicio anterior, último con datos disponibles, tuvo unos ingresos de 1,9 millones de euros y unas pérdidas de más de 9,3 millones.
Tras la guerra, llega la compra
El campo de batalla fue, por tanto, el del marketing y la captación de usuarios para sus plataformas, como sucede en muchos de los negocios digitales. Y tras el desgaste de ambos, como sucediera en el caso de las ‘apps’ de anuncios para la compraventa de artículos de segunda mano Wallapop y Letgo en Estados Unidos, llegó la fusión.
El enfrentamiento acabó en la paz. Una paz que se consiguió con dinero. Just Eat compró La Nevera Roja. El movimiento fue aprobado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en España, que admitió que entre los dos sumaban el 80% de todo el mercado de la entrega a domicilio de comida a través de plataformas online.
La tecnológica danesa pagó, según explicaron fuentes cercanas a la operación a este medio, 76 millones de euros por la española en una operación que incluyó otros activos de Rocket Internet. Sin embargo, esa cifra no aparece en sus cuentas dentro de los hechos relevantes tras el cierre.
Seis meses después del anuncio, en el mes de septiembre, la sociedad de La Nevera Roja fue disuelta y extinguida tras cerrar de manera definitiva la fusión. La matriz de la compradora es la que aglutina los activos de la española, fundada por José del Barrio e Íñigo Juantegui.