Octubre de 2015. El Gobierno de Mariano Rajoy aprobó un Real Decreto para poner orden en el mercado gasista. Entendía que no operaba de manera transparente. Su objetivo, crear nuevas normas que “facilitarán la entrada a nuevos comercializadores y generarán una señal de precio transparente del gas natural en España, con el objetivo final de incrementar la competencia en el sector y reducir el coste final del gas natural para el consumidor”. Un año y medio después ya ha reconocido que no lo ha conseguido.
Ese Real Decreto se apoyó en el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas), una empresa que se constituyó años antes (en 2012) pero que no funcionaba de manera efectiva. El Mibgas, realmente, opera como un mercado secundario para España y Portugal en el que se facilita, en teoría, la compraventa de gas.
Al frente de este organismo se había colocado a un político, a un diputado popular: Antonio Erias Rey, que preside el Mibgas desde finales de 2014. Está considerado un hombre afín al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al clan gallego del Partido Popular del que también forma parte la presidenta del Congreso de los Diputados y ex ministra de Fomento, Ana Pastor. El cargo de Erias Rey conllevó una retribución de 366.705 euros en el conjunto del ejercicio 2015, según la memoria publicada en el Registro Mercantil. En 2014, sólo estuvo al frente del Mibgas dos meses, por los que percibió 53.192 euros.
Vigués, nacido en 1952, Erias Rey es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de A Coruña y doctor en Economía por la Universidad de Santiago de Compostela. Fue diputado en el Congreso por A Coruña desde 2003, durante tres legislaturas consecutivas, hasta que abandonó su cargo para presidir el Mibgas. No era un desconocedor de los entramados energéticos. Fue portavoz de la Comisión de Industria, Energía y Turismo entre 2012 y 2014 y ponente de varias ponencias claves para el sector, como la de la Ley que regula el sector eléctrico aprobada en 2013, otra acerca de medidas fiscales de sostenibilidad energética o del proyecto de financiación de los costes del sistema eléctrico en 2013.
Pero, a pesar de su perfil político conocedor de la regulación del sector eléctrico, el organismo que preside no ha sido capaz de lograr sus objetivos. El propio ministro de Energía, Álvaro Nadal, lo reconoció este jueves durante la rueda de prensa en la que apuntó las deficiencias del mercado gasístico como una de las causas principales del subidón de la luz en las últimas semanas. Nadal aseguró que el Mibgas es un “mercado secundario pequeño” donde se dan “pocas transacciones”. En concreto, apuntó que sólo el 5% de todo el volumen de gas que se contrata en España.
¿Qué es el Mibgas?
Es un mercado mayorista, un ‘hub’. Es decir, un mercado secundario creado para que los operadores del sector compren y vendan gas. Una fórmula que ya existía en la mayoría de países de la Unión Europea.
Su accionariado está participado por el operador del mercado ibérico español de la energía (con 20% del capital), los gestores del técnicos del sistema gasístico español (Enagás), que tiene el 13%; y el de Portugal (10%). Y las grandes eléctricas, porque en el accionariado del Mibgas están presentes todos los grandes del sector energético: Iberdrola, Gas Natural Fenosa, Endesa, Repsol, Viesgo, BNP Paribas, EDP..., según la información publicada en Informa. Ninguna de estas empresas puede superar el 3% del accionariado, de forma individual, según marca la regulación. En conjunto, las energéticas tampoco pueden tener más del 30% de las acciones del Mibgas.
Problemas en serie
Ha tenido que pasar año y medio desde aquel Real Decreto para que el Ministerio de Energía desvele que sólo el 5% de las transacciones del mercado del gas se realizan en el ámbito de este mercado secundario. Toca dinamizarlo, obligando a que los operadores sean más activos.
¿Por qué es importante bajar el precio al que compran y venden gas los operadores? Porque el actual despegue de los precios de la luz se debe a que se está ‘comprando’ mucha energía producida a través de centrales de ciclo combinado, que funcionan con gas.
El sistema eléctrico funciona como una especie de ‘cesta de energía eléctricas’. En ella, primero se ‘meten’ las centrales nucleares, porque no pueden dejar de funcionar en ningún momento. Si se necesita más luz, después se tira de las hidroeléctricas, que dependen de los niveles de agua en los embalses; y de las eólicas; que dependen del viento.
En las últimas semanas, ni llueve ni hace viento, así que estas dos últimas no pueden ‘meterse’ en la cesta. Hay que tirar de las centrales de ciclo combinado y sus precios dependen de cuánto cuesta el gas en origen. Y eso es lo que se quiere controlar. El Ministerio de Nadal teme que se estén manipulando esos precios de manera artificial. Además, según fuentes del sector gasista, las comercializadoras -las eléctricas- no han ‘acumulado’ gas en previsión a que esta situación de anticiclón y ola de frío podría pasar. Así que, ahora, al no tener gas ‘guardado’ tienen que comprarlo a precio de oro.
Además, tampoco pueden tirar del gas argelino (de donde procede la mayor parte de gas que se consume en España) por problemas de producción en el país norteafricano. Nadal reconoció que a España llega gas argelino, pero poco. Se está tirando de barcos de gas licuado y, de nuevo, son caros.
Hay otro factor a tener en cuenta, las eléctricas dueñas de las centrales de ciclo combinado reciben parte de la factura eléctrica, los denominados pagos por capacidad, para que garanticen que pueden operar los ciclos combinados y tener gas suficiente para ello pase lo que pase. Y, a tenor de las palabras de Nadal de este jueves, eso no ocurre.
Las medidas de Nadal
¿Qué va a hacer el Gobierno? Álvaro Nadal adelantó dos medidas para tratar de frenar la escalada del precio del gas y, como derivada, de la luz. Por un lado, pondrá en marcha una nueva figura: el creador de mercado. Se trata de un operador comercial (que se ha elegido vía concurso) que tiene que hacer que aumente la oferta y haya más competencia en el Mibgas. Nadal no desveló ayer el nombre de ese nuevo operador, que comenzará a operar en los próximos días, y su identidad aún no es pública, según señalan desde el Ministerio de Energía.
La otra medida pasa por obligar a los operadores a que operen en el Mibgas. Que agiten el mercado y la oferta y la demanda conduzca a una rebaja de precios del gas. Hay un problema. Esta medida no depende del Ministerio. El encargado de redactar la nueva metodología para el mercado del gas es la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Será este organismo el que fije las condiciones (volumen y precio) en las que los operadores dominantes del mercado gasista oferten el gas. Y no hay plazo. Según Nadal, esa ‘receta’ llegará "lo antes posible" pero asume que la CNMC es un organismo "independiente" que sigue sus propios ritmos.
Además, es el supervisor presidido por José María Marín Quemada el encargado de revisar si están ocurriendo irregularidades en el sistema eléctrico. La CNMC lleva desde diciembre analizando qué pasa, pesquisas que ha intensificado en el mes de enero, cuando se han alcanzado precios en el mercado mayorista que no se recordaban desde finales de 2013.
Si la CNMC encuentra irregularidades no será la primera vez que ocurre. En diciembre de 2015 impuso a Iberdrola una multa de 25 millones de euros por manipular los precios del mercado eléctrico en origen. ¿Qué hizo la eléctrica? Retiró producción de varias centrales hidráulicas para provocar artificialmente una subida de precios. “Hay que evitar que a río revuelto, y en este caso está muy revuelto, haya ganancia de pescadores”, apuntó ayer Nadal, lanzando un dardo envenenado a las eléctricas.