El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha reunido este martes con los máximos responsables de los consorcios automovilísticos General Motors, Ford y Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y les ha animado a que sus empresas construyan nuevas plantas en Estados Unidos y a que impulsen el empleo nacional.
Al encuentro con Trump en la Casa Blanca acudieron la presidenta y consejera delegada de General Motors, Mary Barra, así como el presidente y consejero delegado de Ford, Mark Fields, y el consejero delegado de FCA, Sergio Marchionne. Asimismo, también estuvo presente el ex gobernador del Estado de Missouri y presidente del American Automotive Policy Council, Matt Blunt.
"Estamos animando a las automovilísticas a que construyan plantas y más plantas. Está sucediendo", ha asegurado Trump a los medios de comunicación. A cambio les ha prometido que reducirá normativas, regulaciones medioambientales e impuestos.
"Vamos a hacer el proceso mucho más sencillo para las compañías de automóviles y para todo el que quiera hacer negocios en Estados Unidos. Creo que van a ver que pasará de inhóspito a muy hospitalario. Creo que nos convertiremos en uno de los países más hospitalarios. Ahora mismo no lo somos", aseguró. "Vamos a hacer un proceso breve. Vamos a dar o no el permiso pero se va a saber muy rápido. Y en general vamos a dar los permisos. Vamos a ser muy amigables", agregó.
Cambio de planes
General Motors, Ford y Fiat Chrysler anunciaron recientemente nuevas inversiones y la contratación de empleados en Estados Unidos, aunque todas ellas cuentan también con una amplia presencia en México.
Así, General Motors anunció en 2014 que invertiría 5.000 millones de dólares (4.761 millones de euros al cambio actual) en México hasta 2018, con el fin de doblar su producción, y Barra aseguró que la empresa no está reconsiderando dicho plan.
Por su parte, Ford comunicó hace unos días que paralizaba su plan de construir una factoría en México, un proyecto que estaba valorado en 1.600 millones de dólares para inyectar 700 millones de dólares en Michigan.
La firma del óvalo tiene previsto trasladar la fabricación de su modelo compacto Focus de una factoría de Michigan a México, aunque lo hará a una instalación productiva que ya está operativa en territorio mexicano, en vez de construir otra.
Desde la campaña electoral, Trump ha criticado a los fabricantes de automóviles por construir los vehículos fuera de Estados Unidos y deslocalizarlos a México. El nuevo presidente estadounidense ha amenazado con imponer aranceles del 35% a las importaciones de vehículos.