En octubre Telefónica se quitó el corsé. La ‘teleco’ no quería que los objetivos de reducción de deuda presionaran más su día a día y decidió eliminarlos. Fue más allá: desistió de la venta de activos hasta que no hubiera condiciones de mercado mejores, después de los intentos de venta de Telxius y O2. Ahora, cuatro meses después, la compañía se plantea retomar estas desinversiones para acelerar la reducción de su pasivo. Según analistas, la compañía podría reducir cerca de un 10% su deuda tras hacer caja con ambas operaciones. En total, más de 4.500 millones de euros.
En ese giro de timón liderado por su presidente, José María Álvarez-Pallete, había una contraprestación: se obligaba a reducir orgánicamente esa deuda a través de la generación de caja. “No queremos depender de factores externos para reducir deuda que están fuera de nuestro control”, explicó el máximo directivo durante la conferencia con analistas en la que presentó los resultados a 30 de septiembre.
A cierre del tercer trimestre, Telefónica tenía una losa de deuda de casi 50.000 millones de euros. La compañía vale en bolsa 45.700. Su reducción es una de las grandes prioridades para su equipo directivo. No ya por cómo influye en la estrategia futura de la ‘teleco’, sino por lo que supone de esfuerzo económico en el presente. Sólo en 2015, los intereses de deuda y otros gastos financieros representaron un gasto de 3.100 millones de euros, lo que equivale a seis de 100 cien euros ingresados ese mismo ejercicio. Desde el año 2007, la empresa ha abonado 26.600 millones de euros sólo en intereses.
¿Cuánto podrá reducir orgánicamente?
La pregunta es cuánto podría reducir Telefónica de manera orgánica su endeudamiento sin tener que acudir a venta de activos. Al cierre de septiembre, la empresa tampoco dio previsiones respecto a cuánta deuda podría reducir sólo con la caja generada por su negocio ordinario. El cuarto trimestre, cuyos resultados serán presentados por la empresa a finales de febrero, será un buen termómetro para medir esa capacidad. A pesar de las peticiones de información por parte de este medio, la 'teleco' no ha querido desvelar ningún tipo de información.
¿Y qué prevé el mercado de este trabajo de reducción de deuda de manera orgánica, sin acudir a ventas extraordinarias? “Espera una reducción de deuda de 1.556 millones de euros de manera orgánica en el año 2017”, explica Luis Padrón, analista de Ahorro Corporación. Es decir, se trataría de algo más del 3% de los 49.980 millones de euros de pasivo con el que cerró el tercer trimestre de 2015.
En total, Telefónica podría cerrar, según Andrés Bolumburu, analista de Banco Sabadell, en 2,74 veces el Ebitda (resultado bruto antes de impuestos y amortizaciones). En caso de que se incluyeran venta de activos, se podría colocar por debajo de las 2,5 veces, “para terminar en menos de las 2,35 en 2018”, añaden desde la entidad.
Telxius: sin perder el control
Pese a que se trata de un avance, para la ‘teleco’ no es suficiente. Telefónica estudia la venta de los dos grandes activos que tiene bajo su paraguas. En el caso de Telxius, su filial de infraestructura de torres y cable submarino, dos fracasos le preceden: uno marcado por el ‘brexit’ y la sacudida en los mercados financieros; y otro motivado por los bajos precios a los que valoraba el mercado. Varios fondos de capital riesgo pujan por hasta el 49% de la compañía, según informaba el diario Expansión.
Según Bolumburu, la ‘teleco’ podría obtener un rango entre 1.000 y 1.400 millones de euros, si mantiene esa estrategia que sacar al mercado el porcentaje máximo para seguir manteniendo el control (hasta el 49% de las acciones). Tal y como recuerda Padrón, en su momento se valoró entre 3.000 y 3.700 millones de euros por el 100% de las acciones.
¿Es una operación que se cerrará pronto? Para los analistas consultados, tiene muchas posibilidades de hacerlo de manera inmediata, tanto si se vende a un fondo, como si se ‘colocan’ activos de torres por separado.
O2, ¿venta o salida a bolsa?
La otra ‘joya’ a la que Telefónica saca brillo para tratar de venderla en el mercado es O2, su filial británica. Podría ser mediante venta o en una colocación en bolsa. “Dependerá más de la macroeconomía en Reino Unido, el posible impacto del ‘brexit’ y el sentimiento general hacia ese mercado”, apunta Bolumburu. ¿En cuánto se podría valorar? En total, en unos 10.250 millones de libras, según Padrón, quien reconoce que los rumores de mercado actuales se centran más “en una venta de un paquete relevante más que una salida a bolsa y estimamos que se vendería un mínimo del 30%”.
Ya hubo un primer intento de venta en 2015. En el mes de marzo, la operadora anunció la venta de su negocio británico al grupo hongkonés Hutchison Whampoa por 10.250 millones de libras (unos 11.936 millones de euros al cambio actual). Sin embargo, el ‘no’ de Bruselas a esta operación, que hubiera eliminado buena parte de las presiones para la reducción de la deuda, la bloqueó.
Tanto en el caso de O2, como en el de Telxius, la ausencia de plazos para cerrar las desinversiones puede contribuir a lograr mejores precios. “La compañía tiene menos presión de tiempo para la venta de los activos ya que ha renunciado al múltiplo de deuda neta/Ebitda y eso le permite mejorar el precio”, confirma Padrón.
Otras desinversiones
Además de estas dos desinversiones que lleva meses persiguiendo, Telefónica tiene en México otra posible venta con la que hacer caja. Para ella es un quebradero de cabeza. El comportamiento de su segundo mercado en Latinoamérica no convence al equipo directivo español que lleva meses analizando alternativas. La guerra de precios desatada desde la Navidad de 2015 por la estadounidense AT&T (que se estrenó en el mercado mexicano a principios de 2015 con la compra de dos operadores) deja en una situación de debilidad a la ‘teleco’ española, que tiene la venta como una de las opciones.
“Estamos trabajando en diferentes alternativas; lo que es claro es que no estamos satisfechos con la situación de México”. Estas fueron las palabras del presidente de la empresa durante la presentación de resultados del tercer trimestre en octubre. A finales de febrero, cuando presente sus resultados anuales, es previsible que Álvarez-Pallete detalle más pasos sobre sus objetivos en México.
Más oxígeno en el mercado
La batalla de Telefónica con la deuda seguirá durante este año 2017. La librará con unos mercados algo más calmados tras los golpes en un complicado 2016. Desde que llegó a mínimos históricos el pasado mes de diciembre ha recuperado hasta un 16% de valor. A esto se une la rebaja de la presión por parte de los inversores bajistas, que tras tocar techo el pasado mes de diciembre, han bajado hasta controlar apenas el 2,85% de sus acciones (casi 1.300 millones de euros).
Con más oxígeno, queda por ver hasta dónde llegará con la venta de activos. O2 y Telxius vuelven a ser sus clavos ardiendo. Ahora queda por ver si se agarra a ellos.