Ni oír hablar de derechos audiovisuales y el fútbol. El grupo Másmóvil mantiene su posición estratégica al margen de la ‘guerra del fútbol’ que mantiene el resto de sus competidores. Al menos, por ahora. El cuarto operador de telecomunicaciones en España descarta entrar en esa puja por incluir esta oferta dentro de sus paquetes convergentes. “No vemos necesario hacer inversiones ruinosas”, ha explicado este jueves el consejero delegado, Meinrad Spenger.
Hasta hace un lustro, las grandes del sector de telecomunicaciones limitaban su oferta a telefonía fija y móvil y datos. Sin embargo, entendieron que incluir los contenidos dentro de esos paquetes serviría para enriquecerlos, incrementar la fidelidad de sus clientes y, además, lograr más ingresos por cada uno de ellos. Pero para lograrlo tuvieron que rascarse el bolsillo. El fútbol, con ingentes desembolsos (sólo Telefónica pagó más de 3.000 millones de euros para las próximas tres temporadas), y las películas y series han supuesto un enorme esfuerzo para todos.
Másmóvil, bajo cuyo paraguas también conviven Pepephone y Yoigo, descarta entrar en esta batalla. Y no es una decisión estratégica sencilla, pues la televisión se ha convertido en un pilar importante en la oferta del resto de competidores e, incluso, en una vía para diferenciarse. Ni en su oferta convergente, que arrancó en mayo del año pasado, ni en la de Yoigo –presentada este jueves- hay rastro alguno de televisión. “A estos precios, no vamos a entrar”, ha defendido el consejero delegado.
El alto precio a pagar
El alto peaje a pagar por el operador es la principal razón que señalan para mantenerse firmes. “No nos vemos como productor de contenidos, ni vemos necesarias inversiones ruinosas que luego hay que repercutir a los clientes”, ha explicado Spenger. Para él, su papel estará dirigido más de proveedor de contenidos de terceros. “Vamos a seguir con acuerdos estratégicos con los mejores portales de contenidos y añadir una buena usabilidad para actuar como agregador”, ha explicado.
Hasta ahora, la compañía ha llegado a un acuerdo de distribución con la firma española de vídeo bajo demanda en Internet WuakiTv. “Nos funciona muy bien en Másmóvil y lo extendemos ahora a Yoigo”, ha resaltado el máximo directivo. Y es justo el modelo que quieren seguir. No descartan cerrar pactos comerciales en el futuro con otros propietarios de derechos del fútbol y otros.
El caso de Telefónica
La dificultad para rentabilizar estas inversiones ha sido sufrida por Telefónica, compañía líder del sector en España, en sus cuentas. Es, quizás, el caso más paradigmático. La consecuencia de su apuesta por el fútbol es un incremento muy importante de los gastos para la compañía, hoy concentrada en la reducción de los casi 50.000 millones de euros de deuda neta en su balance. Sólo entre julio y septiembre de 2016, los gastos por aprovisionamientos crecieron un 9%. La razón la señala la propia empresa en el informe: “El mayor coste de contenidos de la televisión”.
Y los analistas han señalado que uno de los motivos fundamentales de la subida de tarifas hay que encontrarlo en la necesidad de compensar estos esfuerzos inversores. “La subida de tarifas es para cubrir los costes del contenido del fútbol; es un subsidio cruzado, todos los clientes de banda ancha están pagando más para recuperar esos costes de contenidos”, explicó a EL ESPAÑOL Javier Borrachero, analista de Kepler Capital Market.
A esta inversión en el fútbol hay que añadir la que van a ejecutar en la producción propia de contenidos, con los que hacer frente a los gigantes estadounidenses HBO o Netflix, con series en propiedad. En total, prevén invertir alrededor de 100 millones de euros anuales.
Quejas de la CNMC
El regulador del sector ha alertado en varias ocasiones del riesgo que entraña la evolución del sector hacia los paquetes convergentes. La última tuvo lugar en septiembre. Para el presidente del organismo, José María Marín Quemada, esta estrategia deja al usuario indefenso. “Si lo que queremos es fijo y móvil, que nos den fijo y móvil; estos paquetes hacen que el consumidor tenga que adquirir servicios que, a lo mejor, no necesita, sin que haya alternativas atractivas a las que acudir”, aseguró.
Pese a estos dos avisos planteados por el regulador, no ha habido ninguna actuación más allá. Los paquetes convergentes, con televisión incluida, no han dejado crecer en este tiempo. A final del segundo trimestre de este año había 5,85 millones de abonados a televisión de pago, de los que ocho de cada diez (4,2 millones de clientes) tenían el servicio contratado bajo alguna modalidad empaquetada, según datos de la CNMC.