Las grandes multinacionales tecnológicas se han caracterizado por construir una compleja estructura fiscal, con la que reducen al máximo su factura tributaria. Google no ha sido, en absoluto, una excepción. Sin embargo, durante el último trimestre ha sucedido algo extraño en sus cuentas. Ha disparado los impuestos pagados en Estados Unidos, donde tiene su sede central (aunque el centro neurálgico lo tienen en Irlanda).
Entre octubre y diciembre de 2015, la empresa pagó un tipo efectivo del 5% de impuestos. La cifra era similar a la que ha ido registrando en los últimos años. Un año después, la compañía ha disparado el pago hasta el 22%. Este fuerte incremento es uno de los factores que ha disparado los gastos de la empresa y, por tanto, ha dejado el beneficio por debajo de las previsiones de Wall Street.
Pero, ¿a qué viene este incremento? Es una completa incógnita. Y desde la empresa no han dado detalles. La responsable financiera, Ruth Porat, se limitó a asegurar que se trata de un asunto “discreto” y no dio más detalles de las razones que le llevaron a pagar más en Estados Unidos. Sólo se sabe que esa fuerte subida se debe a un pago único de tributos.
La compañía mantiene su estructura fiscal con la que concentra las ventas internacionales en su sede en Irlanda (con un impuesto de sociedades del 12,5%). Y de allí traslada buena parte a Bermudas, un paraíso fiscal. Sólo en 2014, la compañía transfirió 11.700 millones de euros al país para minimizar su factura fiscal.
En España, la compañía tiene abierta una inspección a fondo. Inspectores de la Agencia Tributaria acudieron el pasado mes de julio a las dos sedes de la empresa en Madrid para hacer un registro con el que valorar si las cifras presentadas por la compañía están correctamente declaradas y si la estructura fiscal que plantean y la actividad de la filial española se corresponden con la realidad.
Menos beneficios de lo esperado
En ese último trimestre del año, la empresa, cuyo modelo de negocio se basa principalmente en la publicidad online, ha declarado un incremento del 22% en los ingreso hasta alcanzar los 26.000 millones de dólares (equivalente a 24.300 millones de euros). Sin embargo, el incremento de los costes ha colocado los beneficios por debajo de las previsiones de Wall Street.
En concreto, los costes para conseguir esos ingresos crecieron de los 8.190 millones del año pasado a los 10.660 millones (además de los impuestos, suman inversiones en centros de datos, compra de contenido para Youtube y desarrollo de hardware). El beneficio neto se quedó en los 5.330 millones, lo que supone un incremento significativo respecto a los 4.900 de un año antes. Aun así, no cumplió con las expectativas. Las acciones caían en torno al 1,5% en el mercado ‘fuera de horas’.
Ingresos similares a Microsoft
Este jueves también presentó cuentas una de las cinco grandes tecnológicas: Microsoft. Y lo que quedó claro es que Google está a punto de hacer un sorpasso en ingresos anuales que, si las cifras mantienen sus ritmos actuales, se completará este año 2017, tal y como explica el diario económico Financial Times.
En concreto, Google está en condiciones de superar la barrera de los 100.000 millones de dólares de ingresos en este ejercicio. Y eso permitiría superar a Microsoft, que en 2016 alcanzó 93.100 millones, pero con una tasa de crecimiento de apenas el 2%.