“Se puede hacer algún ajuste al alza o a la baja”, razona el consejero delegado del BBVA, Carlos Torres Vila, ante la posibilidad de que los 577 millones brutos provisionados (404 netos), para afrontar la retroactividad total de las cláusulas suelo, resulten insuficientes o sean excesivos. “Pero, en principio, nos sentimos cómodos con esta provisión”, aseguraba el directivo de la entidad.
Aunque los clientes ya se han ido acercando a las sucursales y desde el banco se muestran preparados para iniciar el proceso de devolución, el propio presidente de la entidad, Francisco González, admitía que van a esperar hasta el próximo 15 de febrero para activar todos los mecanismos.
En esa fecha está previsto que el Tribunal Supremo, confirmaba el propio González, se pronuncie sobre la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en relación a cuestiones relativas a “cosa juzgada o prescripciones”, que amparen la reducción, a la mitad, del impacto proyectado .
“En cuanto lo interprete, procederemos a devolver el dinero de las personas que tengan derecho a ello”, añadía el presidente del BBVA, en el marco de la rueda de prensa posterior a la presentación de los resultados del ejercicio 2016. Sobre su retirada, dejó claro que los reglamentos dicen que “me jubile a los 75. Tengo 72. En esos tres años me retiraré”.
Estudio detallado de cada hipoteca
Las razones esgrimidas, tanto por González como por Torres Vila, para que, en unos meses, los 1.200 millones de impacto se hayan reducido a los 577 provisionados, se relacionan con el “estudio detallado, caso por caso, realizado por un experto independiente, que ha contado con el respaldo tanto del auditor saliente como del entrante”, explicaba González. “A la hora de provisionar hemos visto la casuística de cada hipoteca”, añadía.
A diferencia de la decisión tomada por Bankia, de incluir en las devoluciones a los que refinanciaron sus hipotecas, por entender que podrían ser motivo de litigiosidad, desde BBVA reconocen que, entre los préstamos no sujetos a devolución, se encontrarían “cláusulas suelo que nunca llegaron a aplicarse o hipotecas que fueron refinanciadas, subrogadas o novadas”, reconocía Torres Vila.
Sobre la crisis reputacional generada en torno al sistema financiero español, Francisco González, como hace unos días apuntaba Dolores Dancausa -la consejera delegada de Bankinter-, cree que todo tuvo su origen en la quiebra de las cajas y el posterior rescate del Gobierno. Al final, el Estado tuvo que poner 76.800 millones y nosotros, los bancos -a través del Fondo de Garantía de Depósitos - otros 35.000 millones.
Que Trump no dirija EEUU como una empresa
Además de las cláusulas suelo, la figura del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su polémico inicio de mandato fue objeto de especial tratamiento por parte de los dirigentes del BBVA durante la comparecencia ante los medios. Sobre todo, por su presidente, Francisco González, quien recomendaba a Trump que “no lleve Estados Unidos como si fuera su empresa”.
“No le conozco, pero sé quién es desde hace 30 años”, reconocía el presidente del BBVA, quien se armaba de optimismo para apuntar que “estamos ante una especie de reflexión continua sobre qué va a pasar y poco a poco se irán normalizando todo, cuando puestos económicos muy importantes acaben por cubrirse”, decía.
Al margen de las “negativas medidas proteccionistas” anunciadas, desde BBVA se congratulan de los impactos positivos de la subida de tipos, de la expansión fiscal y de las anunciadas inversiones en infraestructuras. Y Torres Vila dejaba caer que “desde que ganó Trump se ha producido una revalorización bursátil del 3%”, como un dato para el optimismo.
Embates sobre México
En relación a los ataques velados lanzados sobre México por la nueva administración estadounidense, González puso sobre la mesa su esperanza de que los “muchos contactos que se están manteniendo entre ambos países” acaben dando su fruto, imponiendo la fortaleza que suponen los 500.000 millones de dólares que se mueven cada año en relaciones comerciales entre ambos países.
Ante la posibilidad de que esta incertidumbre sobre México se extienda más tiempo del esperado, desde BBVA apuntan a que el país azteca crecerá un 1% en 2017 -”con sesgo a la baja”, apostillaba Torres Vila-, aunque, no obstante, “los embates desde Estados Unidos sobre México son más en el papel que en la realidad”, cree el consejero delegado. Y, respecto a su franquicia azteca, entiende Torres Vila que “Bancomer no es un banco cualquiera y tiene una enorme capacidad de reacción”.