Los ingresos extraordinarios registrados en 2015 por Ferrovial, sobre todo por la venta de la también autopista estadounidense Indiana Toll Road (ITR), están detrás de que en 2016 la constructora controlada por la familia Del Pino haya visto reducidos los beneficios un 48%, hasta 376 millones. Los 124 millones obtenidos por la venta de la autopista Chicago Skyway y de dos vías de Irlanda están muy por debajo de lo logrado por la enajenación de la ITR.
Las cuentas de Ferrovial de 2016 registran un impacto negativo de 107 millones de euros por la pérdida de registrada en el aeropuerto de Londres Heathrow, del que es primer accionista, y otro de 21 millones por el deterioro de la autopista española Autema.
A pesar de los primeros cálculos realizados por lo analistas por el impacto que sobre Ferrovial iba a tener el brexit, desde la compañía no solo muestran tranquilidad, al asegurar que el impacto por la devaluación de la libra queda asegurado por las coberturas de tipo contratadas, sino que, incluso, estiman que la salida del Reino Unido de la Unión Europea puede suponer una oportunidad en cuanto al impulso de nuevas infraestructuras, y en esa línea estaría la decisión de ampliar el aeropuerto de Heathrow.
Suben los ingresos, baja el ebitda
A nivel operativo, Ferrovial elevó un 10,9% sus ingresos el pasado año, hasta sumar 10.759 millones de euros, mientras que, de su lado, el beneficio bruto de explotación (ebitda) se contrajo un 8,1%, hasta 944 millones.
Por áreas de negocios, la compra de de la empresa austrialiana Broadspectrum impulsó la división de Servicios como primera fuente de ingresos de la compañía, con los 6.078 millones facturados, un 24,1% más.
En el capítulo financiero, Ferrovial recortaba su deuda, gracias a su política de rotación de activos y a pesar de realizar adquisiciones por 1.064 millones de euros, entre las que destacan la compañía Broadspectrum y Transchile, firma que gestiona una línea de alta tensión el país.