Un año después llega la primera subida de precios de Car2Go. La filial de Daimler (Mercedes, Smart) de alquiler de vehículos eléctricos por minutos ha decidido incrementar sus tarifas casi un 10%. El objetivo es preparar el terreno para conseguir la rentabilidad durante el próximo año. La compañía incrementa a partir de abril de 19 a 21 céntimos por minuto. El responsable en España, Orazio Corva, reconoce que las tarifas anteriores eran “promocionales y difíciles de mantener a nivel económico”.
Su aterrizaje en Madrid fue uno de los más exitosos. Corva ha asegurado en varias ocasiones que el lanzamiento en la capital española fue el mejor para la compañía. “Madrid es la primera ciudad del mundo por uso para Car2Go”, reconocía recientemente, tras superar los 120.000 usuarios registrados.
Uno de los ingredientes para este éxito ha sido el precio. Este ha sido “el más bajo de toda Europa” para la compañía. Ahora, un año después, decide incrementarlo hasta los 21 céntimos (+9,5%). “Hemos podido aguantar un precio promocional durante más de un año pero hemos decidido que hay que subirlo”, apunta el directivo.
El objetivo último es incrementar los ingresos y hacer más sostenible el servicio. La empresa busca que la rentabilidad se alcance en el año 2018. “Los 19 céntimos por minuto no implicaban siempre estar en pérdidas pero no nos permitía llegar al punto de rentabilidad en un tiempo razonable”, admite el directivo.
Riesgo de huida a competidores
Esta subida llega sólo tres meses después de que aterrizara en el mercado español un competidor directo: Emov. El grupo francés PSA-Peugeot-Citröen junto con la empresa que gestiona parte de los aparcamientos de zona azul en Madrid pusieron en marcha un servicio muy similar el pasado mes de diciembre.
¿Hay temor de una huida? “No creemos que esto nos vaya a afectar mucho… Aunque la realidad nos confirmará si es así o no”, asegura Corva, quien reconoce que la existencia de competencia ha sido positiva para el mercado pues “ha permitido que el mercado crezca y que haya otro operador que pueda satisfacer una demanda tan brutal como la que ahora hay en Madrid”, afirma.