"El objetivo de crecimiento de ingresos puede moderarse en estos dos próximos años, al igual que ocurrió el año pasado, debido a la prioridad puesta en el crecimiento rentable y a la bajada de las tasas de interés, lo que se traduce en menores ingresos financieros", dijo Antonio Huertas, el presidente de Mapfre, en la junta de accionistas.
El plan estratégico del grupo contempla unos ingresos de 31.000 millones de euros al cierre de 2018, pero ya en 2016 no alcanzó el crecimiento inicialmente previsto al cerrar el año con unos ingresos de 27.902 millones de euros.
Huertas repasó también los demás objetivos del actual plan estratégico del grupo y dijo que las primas crecerán a los ritmos previstos y que la rentabilidad sobre el capital invertido, el ROE, podría situarse en 2018 por encima de la meta inicial del 11 por ciento aunque la revalorización del dólar y del real brasileño y los bajos tipos de interés en Europa hacen más exigente el cumplimiento del objetivo inicial.
El presidente de Mapfre agregó que la compañía también mantiene el objetivo de rentabilidad por dividendo en torno al 5 por ciento y sigue con un pay out dentro de los rangos previstos por el plan estratégico (entre el 50 y el 65 por ciento del beneficio).
Con respecto a los resultados de 2016, Mapfre decidió repartir el 57,6 por ciento del beneficio frente al 56,5 por ciento en el ejercicio anterior, con un desembolso total de 447 millones de euros equivalente a 0,145 euros/acción.
Para alcanzar el objetivo de situar su ratio combinado medio - una medida de relación ente gastos e ingresos - por debajo del 96 por ciento en 2018, Huertas dijo que sería necesario incrementar los esfuerzos.
En 2016, Mapfre obtuvo un ratio combinado de 97,4 por ciento, siendo el 100 por ciento el umbral a partir del que el negocio asegurador deja de ser rentable al superar los costes totales el importe de las primas.