El rebote ha llegado a FCC en la sesión menos proclive para ello en el conjunto del mercado. Sin embargo, los inversores toman posiciones en la constructora a la espera de que se confirme la refinanciación de deudas orquestada por Carlos Slim y que estaría ya a punto de cerrar sus últimos flecos pendientes.
La especulación en torno a la gran tarea pendiente de FCC la ha rescatado El Economista, que este martes ha publicado que la compañía cuenta ya con el visto bueno de sus acreedores para la confección de un nuevo calendario de pagos. Este sería el resultado de ¿casi un año de negociaciones¿ sobre una masa de pasivo que alcanza los 3.595 millones de euros y cuyos movimientos más decisivos se han producido desde la toma de control accionarial del magnate mexicano Carlos Slim.
El diario digital adelanta que la constructora que aún preside Esther Alcocer Koplowitz tendría ya el respaldo de una treintena de bancos para renovar su abultado préstamo sindicado por cinco años más. Al frente del equipo de acreedores estarían BBVA, Banco Santander y CaixaBank, los tres grandes españoles del crédito. Esto se habría producido ya el pasado 28 de febrero, según la pieza informativa, pero la espera al cumplimiento de ciertas condiciones habría retrasado su anuncio formal al mercado.
De entre estas condiciones pendientes, el punto clave parece estar en la formalización de una emisión de bonos de 1.300 millones con la garantía de Aqualia, la marca del grupo para la gestión de aguas. El objetivo de estos papeles no sería otro que el de reducir el montante cuya reestructuración deberían asumir directamente los bancos prestamistas.
Los analistas subrayan que la llegada de Slim ha supuesto una potente palanca de negociación con los bancos, pero más por las inyecciones de capital que ha procurado a la compañía que por su sola presencia o su poder de negociación. En cualquier caso, como la compañía ha confirmado en repetidas ocasiones, sigue pendiente del cierre de varias desinversiones en activos no estratégicos por 125 millones de euros. Esta cota es la que se ha marcado alcanzar antes de que pase un año y medio, en virtud de la hoja de ruta actualmente vigente para su negocio.
El plan de la compañía es que las entidades que articularán esta refinanciación -a saber y según el digital: BBVA, Banco Santander, Bankia, CaixaBank, Banco Sabadell y Popular-, la consideren como capaz de afrontar sus nuevas obligaciones con normalidad, sin las dudas que dificultaron las dos rondas de negociación anteriores. Los que sí han cambiado su visión sobre la compañía son los inversores en Bolsa, que han procurado a la constructora un repunte de más del 12% desde que empezó el año.
BONO ESPAÑOL A DIEZ AÑOS Rentabilidad