Las entidades explicaron en sendos comunicados que han comunicado al Ministerio de Economía del país, al Banco de Italia y al Banco Central Europeo (BCE) su petición de recurrir a este programa de rescate.
La "recapitalización cautelar" (precautionary recapitalisation) es una medida prevista en la normativa europea (Bank Recovery and Resolution Directive, BRRD) en casos excepcionales, para remediar una grave perturbación de la economía de un Estado miembro y preservar la estabilidad financiera.
Según la normativa europea, supone pérdidas para los accionistas y los tenedores junior de bonos antes de inyectar dinero público en los bancos con dificultades, pero en el caso de la última ayuda prestada al Monte dei Pachi di Siena, Italia garantizó su dinero a todos.
Las dos entidades han pedido esta ayuda en vista de su fusión, como se prevé en el último Plan Industrial aprobado y para un reforzamiento de capital, según se lee en ambos comunicados.
Para poder optar a esta recapitalización con dinero público, los dos bancos deben demostrar que son viables y el plan de reestructuración que están concluyendo, que incluye la fusión de las dos entidades, debe ser aprobado por la Comisión Europea.
En diciembre, el Gobierno italiano aprobó la creación de un fondo de 20.000 millones de euros al que pueden acudir las entidades con problemas.
El Banco Monte dei Paschi di Siena SpA (BMPS.MI) ya pidió utilizar este fondo y el Banco Central Europeo (BCE) calculó que la entidad necesitará 8.800 millones de euros de capital.
Según algunos analistas, la recapitalización para completar la fusión de los dos bancos venecianos es de cerca de 4.700 millones de euros.