El BCE informó hoy de que "en el documento se describen medidas, procedimientos y buenas prácticas que las entidades deben adoptar en relación con los préstamos dudosos".
Se requiere a las entidades la aplicación de estrategias realistas y ambiciosas para la reducción de dichos préstamos, añade el BCE.
La guía servirá de base para el diálogo supervisor permanente con las entidades y también se ocupa de cuestiones como la gobernanza.
El BCE espera que los bancos apliquen la guía rigurosamente, en línea con la gravedad y la escala de los préstamos dudosas que tienen en sus carteras.
La guía requiere a las entidades que adopten estrategias realistas.
Los bancos deben asegurar, por ejemplo, que los directivos tengan incentivos para aplicar estrategias de reducción de estos préstamos y los órganos de administración deben desempeñar asimismo un papel activo a este respecto.
Los supervisores del BCE ya han iniciado los primeros contactos con los bancos que tienen elevados niveles de préstamos dudosos, contactos que continuarán tras la publicación del texto final de la guía.
Además, en un futuro próximo, el BCE enviará cartas a los bancos con elevados niveles de préstamos dudosos como parte de las actividades de supervisión ordinarias.
Las cartas sobre los préstamos dudosos "contendrán elementos cualitativos y se centrarán en asegurar que las entidades observen las expectativas supervisoras en la gestión y el tratamiento de esos préstamos", según el BCE.
Al final del tercer trimestre de 2016 los préstamos dudosos de los bancos significativos de la zona del euro, los que el BCE supervisa directamente, ascendían a 921.000 millones de euros.
Unos niveles elevados de préstamos dudosos inhiben la capacidad de las entidades de ofrecer crédito a la economía y absorben tiempo valioso de la actividad de sus directivos.
En consecuencia, se requiere una actuación deliberada y decidida en relación con los altos niveles de préstamos dudosos, dice el BCE.
Pero también reconoce el BCE que reducirlos llevará tiempo.