Expresado en términos de porcentaje sobre el Valor Añadido Bruto (VAB), este excedente se elevó hasta el 32,2%. El resultado ordinario neto creció un 23,8%, gracias al comportamiento expansivo de la actividad y la favorable evolución tanto de los ingresos financieros -por los mayores dividendos percibidos- como de los gastos de esta misma naturaleza, que se redujeron gracias fundamentalmente al descenso de los tipos de interés.
El VAB aumentó, en términos nominales, un 4,1%, tasa unos dos puntos inferior a la registrada en 2015. Según el Banco de España, esta desaceleración se explica, en gran medida, por el impacto del subsector de refino de petróleo, que había mostrado un avance excepcional el ejercico precedente.
La tendencia expansiva de la actividad permitió que en 2016 se consolidara la senda de crecimiento del empleo, con un incremento del 1,1%, dato algo inferior al del año previo (1,3%). No obstante, la institución encabezada por Luis María Linde explica que esta desaceleración está muy condicionada por la evolución desfavorable en algunas grandes empresas que tienen un peso muy elevado en la muestra.
Aunque el organismo no alude expresamente a ninguna firma, cabe recordar que algunas grandes compañías, caso de Telefónica, tienen en marcha programas para reducir el excedente laboral.
El porcentaje de empresas que aumentaron sus plantillas se situó en el 44,1% (frente al 45,3% registrado un año antes), cifra que volvió a ser superior, por segundo año consecutivo, al de las que destruyeron empleo (39,9%).
No obstante, la recuperación del empleo sigue caracterizándose por ser más intensa en el de carácter temporal, que creció un 7,6%. Los empleos fijos, en cambio, descendieron ligeramente (un 0,3%), debido a los citados ajustes de plantilla en algunas grandes empresas.
Los gastos de personal aumentaron en 2016 un 1%, debido, principalmente, a la positiva evolución del empleo, en un contexto en el que las remuneraciones medias prácticamente se estancaron (-0,1%).
La mayoría de los sectores y empresas mostraron una evolución positiva en su actividad productiva y un incremento del empleo durante 2016.
Por ramas de actividad, se observa que la evolución positiva del empleo afectó a la mayoría de los sectores, aunque se observa una cierta dispersión. Así, la rama de Energía registró un ligero descenso (-0,2%), algo más moderado que el del año anterior, que fue del -0,5%. También se contrajo el empleo en el sector de Información y comunicaciones, y lo hizo de forma más acusada (-3,4%), al ser en este agregado en el que se concentraron los principales ajustes de plantilla mencionados. En el resto de ramas el empleo creció, destacando las de Industria y de Comercio y hostelería, con aumentos del 2% en ambos casos.
Por otro lado, los niveles agregados de rentabilidad ordinaria han seguido aumentando. Además, se mantuvo el fortalecimiento de la posición financiera de las empresas, que se plasmó en una disminución de las ratios de endeudamiento y de la carga financiera.