Solo dos días antes de que las primera ministra británica Theresa May notifique formalmente a la Unión Europea que Reino Unido está preparado para iniciar los dos años de negociaciones de salida, el banco central dijo que la banca tendrá que presentar copias de sus planes de contingencia para asegurar a los reguladores que están preparados "para una serie de posibles resultados".
El Comité de Política Financiera del Banco de Inglaterra está pidiendo a los bancos de Reino Unido que muestren cómo pueden evitar que sus clientes en el continente europeo se queden aislados abruptamente después del brexit.
A las entidades les preocupa que Reino Unido no asegure un acceso libre y continuado al mercado único del bloque y algunos ya planean fortalecer su presencia en el continente.
"Ajustes repentinos podrían perturbar las provisiones de liquidez del mercado y los servicios bancarios de inversión", dijo el comité en una declaración trimestral.
Los cambios en los modelos de negocio bancario después del brexit podría reducir la resistencia del sistema financiero británico y el Banco de Inglaterra dijo que estaba "examinando los atenuantes apropiados", sin aportar más explicaciones.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, dijo a principios de este año que no creía que salir de la Unión Europea era la mayor amenaza para la estabilidad financiera británica, una opinión que no ha variado.
El Banco de Inglaterra dijo que había lanzado una revisión de sus estándares de créditos al consumo, que ahora cree que suponen un mayor riesgo que los préstamos para comprar y alquilar a pequeños propietarios, que se ha enfriado durante el año pasado.
En enero, Carney dijo que el gran sector financiero de Reino Unido podría sobrevivir a la salida de algunos negocios, pero perder actividades claves podría causar un derrumbe similar al de un castillo de naipes.
Desde entonces, varios bancos han dicho a Reuters que están preocupados por la relativa falta de interés del Gobierno de May para asegurar que puedan continuar vendiendo fácilmente sus servicios en la UE después de la salida de Reino Unido.
HSBC, UBS y Morgan Stanley han decidido trasladar cada uno a 1.000 trabajadores fuera de Londres en los próximos dos años, según fuentes familiarizadas con sus planes.
Las semana pasada Goldman Sachs dijo que comenzaría a trasladar a cientos de personas fuera de Londres como parte de sus planes de contingencia para la salida de Reino Unido de la UE.