La filial, que atraviesa una delicada situación financiera a raíz de la devaluación de su negocio, iniciará así el procedimiento para reorganizarse bajo la protección de la ley, según señalaron fuentes cercanas a Nikkei, mientras que Toshiba ha evitado confirmar ni desmentir esta información.
La directiva de Westinghouse Electric celebrará una reunión el martes en la que se espera que se apruebe dicha decisión, y en la que también podría darse luz verde al apoyo financiero de la empresa energética surcoreana Korea Electric Power Corporation (KEPCO), según el citado medio.
KEPCO y Westinghouse Electric ya tienen firmado un acuerdo de colaboración para el desarrollo de tecnología nuclear, y negocian actualmente una posible inversión de la empresa surcoreana que mejoraría la liquidez de la filial de Toshiba, informaron fuentes empresariales a la agencia nipona Kyodo.
Las acciones del conglomerado nipón llegaron a caer casi un 4 por ciento tras conocerse estas informaciones, aunque las pérdidas se moderaron a lo largo de la jornada y Toshiba Corporation cerró la sesión con un descenso del 2,06 por ciento.
Las cuantiosas pérdidas que acarrea Westinghouse Electric han obligado a Toshiba a iniciar un proceso de reestructuración que podría incluir la escisión y venta de su unidad de memorias flash, una de sus unidades más rentables.
Debido a estos problemas financieros, Toshiba ha retrasado también hasta el 11 de abril la presentación de sus resultados del período de octubre a diciembre de 2016, en el que estima que su rama nuclear registrará pérdidas de 712.000 millones de yenes (5.820 millones de euros/ 6.204 millones de dólares).