El Grupo OHL, controlado por la familia Villar Mir, ha trazado los ejes por los que va a transitar entre 2017 y 2018. En el investor day los responsables del grupo de construcción y servicios han puesto sobre la mesa dos grandes objetivos, que las ventas subirán un 60% durante estos dos años, muy por encima de los 3.863 millones alcanzados en 2016, y que el resultado bruto de explotación (ebitda) casi se sextuplicará, desde los 223 millones de 2016 a los 1.239 millones previstos en 2018.
La compañía ha achacado el crecimiento del ebitda al saneamiento extraordinario en 2016 de los proyectos legacy, el conjunto de obras internacionales en las que han surgido distintos problemas y sobrecostes, entre ellos el hospital de Sidra, en Qatar, o el de Montreal, en Canadá.
Según las previsiones del nuevo Plan Estratégico, las ventas en 2017 superarían los 5.000 millones de euros, y dispararía el ebitda por encima de los 1.000 millones. También se va a proseguir con la desinversión de activos, operaciones con las que obtener uno 700 millones. Además, apunta su salida de Australia, Filipinas y Vietnam, para reforzarse en los países nórdicos, Irlanda y Arabia Saudí.
Recorte del 76% de la deuda neta con recurso
Las plusvalías logradas con la rotación rentable de activos se destinarán a reducir deuda neta con recurso, que OHL espera que se sitúe en 177 millones este año, frente a los 748 millones con los que cerró 2016, lo que supondrá un recorte del 76,3 %.
Todas estas se soportan sobre la recuperación del área de Ingeniería y Construcción, además del proceso de reducción de costes de estructura, que se situarán entre 40 y 50 millones de euros en el próximo año o año y medio. Entre las medidas para lograr esta disminución de gastos, se confía en el éxito del expediente de regulación de empleo (ERE) para recortar en 554 personas la plantilla de las actividades de Construcción e Industrial.