Fuentes habían señalado anteriormente a Reuters que QIA y los bancos a cargo de la operación --BoFA y Credit Suisse-- habían sugerido inicialmente un precio superior, de 27 reales por título, por un paquete de 80 millones de títulos,
Las acciones puestas a la venta por el fondo soberano catarí también incluyeron un paquete adicional de 12 millones de acciones que los bancos colocadores vendieron al mismo precio en el marco de una opción de sobreasignación, por 300 millones de reales (unos 90 millones de euros).
La transacción, denominada en Brasil como oferta pública restringida, difiere de las colocaciones de acciones normales en que no necesita un registro formal del plan ante el regulador bursátil. Únicamente inversores cualificados pueden participar en estas operaciones, que no pueden publicitarse en los medios ni presentarse en giras con inversores.
Con la venta del 40 por ciento de su participación en la filial brasileña del Santander, QIA, después de siete años como segundo accionista de la entidad, ha querido sacar partido de un repunte de la acción durante el último año y medio, en el que el valor ha visto duplicado su precio.
La transacción se suma a otras similares este año en Brasil, en un momento en los esfuerzos del Gobierno para recortar gastos y reflotar la economía están restableciendo la confianza de los inversores.
En lo que va de 2017, las empresas han levantado más de 10.500 millones de reales a través de colocaciones, lo que supone un máximo de dos años.